El jefe del Estado Mayor de la Defensa, Fernando García Sánchez, visitó esta mañana el Gómez Ulla para conocer la nueva unidad de aislamiento, así como los proyectos de la unidad funcional NRBQ (Nuclear, Radiológica, Bacteriológica y Química).

El nuevo área para enfermedades contagiosas, en el que aún no ha ingresado ningún paciente, aunque está 100% operativo, se encuentra en la planta 22 del hospital, aislado por completo del resto. Cuenta con una sección para hospitalizaciones, zonas comunes con centro de control domótico, enfermería, áreas de trabajo de personal facultativo y áreas de descanso. También existen zonas de desinfección de personal y equipos, y un laboratorio.

"EVITAR UNA CASTÁSTROFE"

La planta 22 está sometida a un estricto control de entradas y salidas. El área de hospitalización tiene ocho habitaciones con esclusa de limpio y esclusa de sucio, todos los materiales son resistentes a la degradación y dispone de un sistema de hipercloración de agua para inodoros y duchas de emergencia para el personal.

En palabras del capitán médico Francisco Membrillo, que explicó las nuevas instalaciones en la visita de esta mañana, la naturaleza de esta unidad especial supone la construcción de un "hospital dentro del hospital", ya que "todo está aparte" y aislado del resto de secciones.

Cada habitación requiere 50 miembros de personal sanitario por habitación y día, lo que hace todo más lento, pero, en palabaras de Membrillo, "la prioridad es evitar una catástrofe".

Membrillo dijo que las habitaciones de la unidad "son para enfermedades potencialmente mortales y que puedan producir brotes epidémicos en territorio nacional y requieran aislamiento respiratorio", como la tuberculosis.

Esta unidad de aislamiento de alto nivel cumple con todas las especificaciones del Grupo de Trabajo European Network of Infectious Diseases.