Según comunicó la entidad a la CNMV, el margen de intereses se situó en 2.740 millones de euros, mostrando un descenso del 6,4%, afectado principalmente por la bajada del rendimiento de los bonos de la Sareb.

Sin ese efecto y la decisión de la entidad de retirar las cláusulas suelo, el margen de intereses habría subido en el año un 1,7%.

A pesar de las mejoras en las principales líneas de negocio, Bankia tuvo que hacer provisiones por dudosos y adjudicados por importe de 724 millones de euros, si bien supone una reducción del 34,6% con respecto al ejercicio precedente. El efecto de la provisión por los litigios contra la entidad por la salida a bolsa supuso un impacto neto en resultados de 184 millones de euros.

SOLVENCIA Y RENTABILIDAD

Para el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, la entidad es “muy solvente y muy rentable” y esto permite “seguir avanzando en la devolución de las ayudas a los contribuyentes”.

“Esta fortaleza es la que nos lleva a afrontar con serenidad los retos futuros, con la plena confianza de que Bankia tiene las capacidades para ser el mejor banco comercial de España”, puntualizó Goirigolzarri.

Por el lado de las comisiones, Bankia cobró a sus clientes un total de 938 millones de euros, un 1% menos con respecto a los 948 millones ingresados en 2014. Con ello, el margen bruto de la entidad alcanzó los 3.806 millones de euros, un 5,1% menos.

Bankia finalizó el pasado año con unos gastos de explotación de 1.658 millones de euros (-4,8%), lo que dejó el margen antes de provisiones en 2.148 millones de euros (-5,2%). Así, la contención de gastos compensó la presión sobre los ingresos, de forma que el ratio de eficiencia se mantuvo en el 43,6% en el conjunto del año (43,5% en 2014).

El banco se felicita por el comportamiento de la rentabilidad sobre recursos propios. Excluyendo los litigios sobre la OPS, este indicador pasó del 8,6% de 2014 al 10,6% del pasado año, mientras que si se incluye dicho efecto, la mejoría es del 6,6% al 9%.

Por otro lado, en el caso de BFA, matriz de Bankia, el beneficio después de impuestos en 2015 alcanzó los 1.597 millones de euros, lo que supone casi multiplicar por cuatro las ganancias de 418 millones del ejercicio anterior. Estas cifras ya incluyen las provisiones para cubrir litigios de la OPS, que en 2015 ascendieron a nivel de Grupo BFA a 1.060 millones, y en 2014 fueron de 780 millones.

MENOR MOROSIDAD

La entidad tenía un saldo bruto de créditos por valor de 117.977 millones de euros, un 3,1% con respecto a los 121.769 millones del año 2014. Además, las nuevas concesiones crecieron con fuerza, principalmente en los segmentos empresariales y de financiación del consumo de las familias.

Así, por el lado de los créditos a autónomos, pymes y empresas la nueva facturación alcanzó los 13.963 millones de euros, un 16,6% más. En el caso del consumo, se otorgaron 1.213 millones (+38%).

Además, Bankia continuó reduciendo el saldo de créditos dudosos, tanto por vía orgánica como a través de ventas de carteras. En el conjunto del año 2015, los dudosos bajaron en 3.551 millones de euros, hasta los 12.995 millones.

Y ello permitió un nuevo descenso del ratio de morosidad, que cayó en el año en más de dos puntos, al pasar del 12,9% de 2014 al 10,8%. Mientras, la tasa de cobertura sobre los saldos dudosos que permanecen en balance subió del 57,6% al 60%.

Bankia logró también desprenderse de activos adjudicados, cuyo valor neto en balance pasó de los 2.877 millones de euros de finales de 2014 a los 2.689 millones de diciembre de 2015. Detrás de este descenso está el incremento en las ventas de activos. En el conjunto del año, Bankia vendió 9.180 activos, un 52% más que en 2014.

Por último, Bankia mantenía un saldo de depósitos de los clientes por valor de 108.702 millones de euros, lo que muestra una mejora del 1,8% con respecto a los 106.807 millones del año precedente.