López de Maturana fue comisario jefe de Irún y máximo responsable de ese tramo de la frontera con Francia entre enero de 1974 y mayo de 1977. Con esta comparecencia, que se concretará en los próximo días una vez que la policía averigüe el domicilio del testigo, el magistrado quiere comprobar la veracidad de las declaraciones del ex dirigente etarra Francisco Múgica Garmendia, “Pakito”, uno de los imputados en la causa, según explicaron fuentes de la Audiencia Nacional.

“Pakito” reconoció ante el juez Andreu haber subido a su coche a “Pertur” el día de su desaparición en la localidad vasco francesa de San Juan de Luz, pero dijo que se debió a un “encuentro casual”, negó tener ningún tipo de participación en su probable asesinato y aseguró que lo dejó sano y salvo tras cruzar la frontera de Irún.

Moreno Bergaretxe desapareció el 23 de julio de 1976 en San Juan de Luz. Ese día fue visto por varios testigos subiendo a un coche junto a “Pakito” y al también etarra Miguel Ángel Apalategi, alias “Apala”, ambos miembros de los “bereziak”, los comandos especiales y el sector más sanguinario de ETA político-militar.

Una de las principales vías de investigación apunta a que “Pertur” podría haber sido secuestrado y asesinado por miembros de la propia ETA, debido al malestar creado en ciertos sectores de la banda después de que el que fuera “número uno” de la rama político-militar se manifestara partidario de apostar por la vía política en lugar de la armada. En el marco de esta línea de investigación, todas las sospechas recaen sobre los miembros de los denominados “bereziak”, que se habían enfrentado públicamente a “Pertur” debido a sus grandes discrepancias sobre el futuro de la banda armada.

RELACIONES INTERNACIONALES DE ETA

El magistrado también citara a declarar como testigo en los próximos días a Sabino Atxalandabaso, el responsable del aparato de relaciones internacionales de ETA político-militar. La comparecencia de Atxalandabaso y de López de Maturana ha sido solicitada por los padres de Moreno Bergaretxe, impulsores de la querella que dio lugar a la investigación de la Audiencia Nacional.

Las fuentes consultadas señalaron que Andreu, en cambio, ha rechazado llamar a declarar como testigo al gobernador civil de Guipúzcoa en los años 70 Emilio Rodríguez Román, al no haberse justificado lo suficiente su posible relación con los hechos.

El juez Andreu ha decidido iniciar esta nueva ronda de comparecencias después de no haber podido obtener nuevas pistas sobre el paradero del etarra Miguel Ángel Apalategi, alias “Apala”, sospechoso junto a “Pakito” de haber participado en el secuestro de “Pertur”.

El magistrado, a instancias de la Fiscalía, solicitó a la Policía Nacional que investigase la posible localización de “Apala”, cuyo paradero se desconoce desde hace casi 30 años. Según las fuentes consultadas, la policía sólo ha acertado a señalar que las últimas informaciones sitúan a “Apala” en Cuba, a donde se habría trasladado a mediados de los años 90 tras permanecer una temporada en Nicaragua.

NEOFASCISTAS ITALIANOS

Además de la hipótesis de los “bereziak”, la querella apunta la posibilidad de que “Pertur” hubiese sido asesinado por neofascistas italianos. De hecho, el juez Andreu viajó el pasado marzo a Roma para interrogar a tres neofascistas italianos que podrían haber participado en el secuestro y desaparición del cabecilla de ETA en los años 70. Por último, la querella también apuntaba a que la desaparición de “Pertur” tuviese relación con ultraderechistas españoles.

En el marco de esta causa ya han declarado ante Andreu, además de “Pakito”, el número dos de ETA en los años 80 Eugenio Etxebeste, “Antxon”, los también etarras Juan José Gurrutxaga y Simón Loiola Albizu, alias 'Mendi', y la que fuera pareja sentimental de ' Pertur ', Lourdes Auzmendi, quienes han proporcionado al juez líneas de investigación contradictorias.

Por un lado, Gurrutxaga aseguró que la desaparición de “Pertur” fue obra de los “bereziak”. En el mismo sentido se pronunció Auzmendi.

Por su parte, tanto “Antxon” como Loiola señalaron que detrás de la desaparición de “Pertur” se encuentran grupos paramilitares como el Batallón Vasco-Español, que habrían sido amparados por los servicios de información españoles.