Díaz mantuvo con Sánchez una reunión de algo menos de una hora en la sede federal del PSOE, la última de la ronda que el secretario general ha mantenido con los barones territoriales del partido ante el Comité Federal que este sábado abordará las condiciones y apoyos con los que el líder socialista debe o no ser investido presidente del Gobierno.

Interpelada por los periodistas a la salida de la reunión y ya en la calle, Díaz contestó escuetamente: "Permitidme que sea mañana. Lo que tengo que hacer es, mañana, en el Comité Federal, ayudar y colaorar a que el PSOE, como siempre, se muestre ante la sociedad española como un instrumento útil. Y permitidme que la conversación entre el secretario general y yo sea una conversación privada".

De los líderes socialistas que pasaron hoy por Ferraz (Idoia Mendia, PSE; Javier Fernández, Asturias; Miquel Iceta, PSC; y la propia Díaz), Fernández y Díaz fueron los únicos que optaron por apelar a la privacidad de la conversación con Sánchez y a que el lugar donde exponer su posición es el Comité Federal para eludir hacer declaraciones a los periodistas.

Curiosamente, Díaz y Fernández pasan por ser dos de los barones más reticentes a aceptar que Sánchez forme gobierno con Podemos y con el apoyo o la aquiescencia de partidos independentistas como ERC. Otro líder regional reacio, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, también convocado esta tarde por Sánchez, tuvo que cancelar la reunión por encontrarse en Mérida con el Comité de Empresa de la mina de Agua Blanca (Badajoz), cuyo cierre se anunció ayer.

Mendia e Iceta, en cambio, mostraron su apoyo a que Sánchez intente formar gobierno y a que el Comité Federal no le ponga para ello más condiciones que las que ya le fijó en su reunión del 28 de diciembre: rechazar la investidura de cualquier candidato del PP y que Sánchez, para sacar adelante la suya, no admita el referéndum de autodeterminación de Cataluña que le exigía Podemos para votar a su favor