La ubicación exacta de los tramos puede consultarse en la web de la DGT y se trata de vías convencionales de 43 provincias donde la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil puede vigilar la circulación, es decir, todas salvo las de Cataluña y el País Vasco.

Se trata del tercer listado, después de que a comienzos del pasado mes de julio publicara el primero, con 1.294 tramos repartidos por 31.125 kilómetros, según un análisis realizado por Servimedia, lo que suponía uno de cada cinco de la Red de Carreteras del Estado.

Tráfico dio a conocer a comienzos de octubre el segundo listado, formado por 1.314 tramos (un 35% nuevos) a lo largo de 25.172 kilómetros.

Un total de 913 personas perdieron la vida el año pasado en las carreteras convencionales de toda España, 45 más que en 2014. Sin embargo, el número de víctimas mortales descendió en los tramos peligrosos, al pasar de 337 a 291, lo que supone un 16% menos.

La DGT selecciona los tramos con vigilancia de radares móviles tras analizar el número de accidentes graves, con víctimas mortales o heridos que necesitaron hospitalización, el número de accidentes en general y la información de la velocidad media de circulación.

Por este motivo, algunos de los tramos registrados en en las anteriores publicaciones continúan en esta actualización y otros son sustituidos por nuevos en los que la combinación de accidentalidad y exceso de velocidad está más presente.

Táfico hace pública la ubicación de los tramos con carácter trimestral para el general conocimiento de los conductores, de forma que cuando transiten por ellos extremen las medidas de precaución y, sobre todo, cumplan con los límites de velocidad establecidos en cada uno de ellos.

Por otro lado, la DGT indicó este miércoles que los agentes de la Agrupación de Tráfico están intensificando la vigilancia de la velocidad a la que se circula con radares móviles y aplicando el Plan Integral de Vigilancia, que consiste en que cuando un conductor es detectado cometiendo una infracción de exceso de velocidad, es parado e identificado por los agentes, quienes, además, le pueden realizar si lo consideran adecuado las pruebas de detección de alcohol y drogas, así como la revisión de la documentación para comprobar que tanto el permiso para conducir como la ITV o el seguro obligatorio del vehículo se encuentran en regla.