HRW denuncia que la “política del miedo” amenaza los derechos humanos en el mundo
- Por los ataques terroristas y la crisis de los refugiados
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La “política del miedo” llevó a “gobiernos de todo el mundo a dar un paso atrás en materia de derechos humanos” en 2015, principalmente por el temor a ataques terroristas y la crisis de los refugiados, según denunció este miércoles Human Rights Watch (HRW) en su ‘Informe Mundial 2016’.
El informe, de 659 páginas y que cumple su 26ª edición, examina las prácticas de derechos humanos en más de 90 países. En la introducción, el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, subraya que la propagación de los ataques terroristas más allá de Oriente Medio y los flujos de refugiados provocados por la represión y el conflicto llevaron a muchos gobiernos a restringir los derechos, lo que se tradujo en esfuerzos erróneos por proteger su seguridad.
Al mismo tiempo, Roth indica que “gobiernos autoritarios” en todo el mundo, temerosos de la disidencia pacífica que a menudo se ve magnificada por las redes sociales, emprendieron su ofensiva más intensa en los últimos tiempos contra los grupos independientes.
“El miedo a los ataques terroristas y las corrientes masivas de refugiados están provocando que muchos gobiernos occidentales estén restringiendo las protecciones de derechos humanos”, explica Roth, quien añade que “estos retrocesos amenazan los derechos de todos, sin ninguna eficacia demostrada a la hora de proteger a los ciudadanos comunes y corrientes”.
En su informe, HRW subraya que los flujos migratorios hacia Europa, provocados en gran medida por el conflicto en Siria, junto con la propagación de los ataques contra civiles en nombre del grupo terrorista Daesh (o autodenominado Estado Islámico), han generado “una escalada del alarmismo y la islamofobia”.
HRW destaca que la respuesta de Europa a la afluencia de refugiados ha sido "contraproducente", puesto que "dejar a la mayoría de solicitantes de asilo sin otra alternativa que arriesgar sus vidas en embarcaciones poco seguras para cruzar el mar y llegar a Europa ha creado una situación caótica que los terroristas potenciales pueden explotar fácilmente".
“La creación de vías seguras y ordenadas para que los refugiados puedan llegar a Europa reduciría el número de vidas perdidas en el mar, a la vez que ayudaría a los funcionarios de inmigración a descartar los potenciales riesgos, incrementando así la seguridad para todos”, afirma Roth.
TERRORISMO
Por otro lado, HRW recalca que Estados Unidos ha utilizado la amenaza del terrorismo para tratar de revertir recientes restricciones modestas a la capacidad de las agencias de inteligencia de recurrir a la vigilancia masiva, mientras que Reino Unido y Francia han tratado de ampliar sus poderes de supervisión, lo que “socavaría significativamente los derechos de privacidad sin una mejor capacidad demostrada para frenar el terrorismo”.
De hecho, el informe añade que los autores de los ataques recientes en Europa eran conocidos por los servicios de seguridad, pero la policía estaba demasiado desbordada como para poder llevar a cabo un seguimiento adecuado, lo que sugiere que lo que se necesita realmente no es una mayor cantidad de datos, sino más capacidad para investigar pistas específicas.
Por otra parte, HRW apunta que los movimientos populares lanzados por organizaciones de la sociedad civil con la ayuda de las redes sociales preocuparon a “muchos gobiernos autoritarios” en 2015, puesto que los precedentes de los levantamientos árabes, la ‘revolución de los paraguas’ en Hong Kong y el movimiento Maidan en Ucrania desataron “una determinación entre muchos autócratas para evitar que la gente se uniese con el fin de hacerse oír”.
Así, añade que “gobiernos abusivos” han tratado de sofocar a grupos cívicos promulgando leyes que restringen sus actividades y cortan la financiación internacional que necesitan. “Una represión de esta intensidad no se había visto en décadas, incluyendo la persecución de grupos disidentes en Rusia y el arresto de abogados y activistas en China” apostilla, al tiempo que destaca que el partido gobernante de Turquía ejecutó una fuerte represión, enfocada en los activistas y los medios de comunicación críticos con el gobierno.
Además, Etiopía e India impusieron límites a la entrada de capital extranjero para eludir la supervisión independiente de violaciones de derechos cometidas por el gobierno. Bolivia, Camboya, Ecuador, Egipto, Kazajstán, Kenia, Marruecos, Sudán y Venezuela promulgaron leyes imprecisas y excesivamente amplias para controlar a los activistas y socavar la capacidad operativa de los grupos independientes, y “os gobiernos occidentales han sido muy lentos en pronunciarse en contra de estas amenazas globales”.
ASPECTOS POSITIVOS
A pesar de estas amenazas a los derechos, HRW menciona en su informe algunas novedades positivas en 2015. Por ejemplo, las personas lesbianas, gais, bisexuales y transexuales lograron grandes avances hacia la igualdad con la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en Irlanda, México y Estados Unidos, y la despenalización de la homosexualidad en Mozambique.
Además, las históricas elecciones en Birmania transcurrieron pacíficamente en noviembre, los nigerianos también celebraron la transferencia pacífica del poder a la oposición y la ONU adoptó 17 objetivos de desarrollo “ambiciosos” que, por primera vez, son universales y están fundados en los derechos humanos. Además, en la Cumbre del Clima de París se acordó “respetar, promover y considerar” los derechos humanos en su respuesta al cambio climático, especialmente en lo que respecta a los pueblos indígenas, las mujeres, los niños, los migrantes y otras personas vulnerables.
(SERVIMEDIA)
27 Ene 2016
MGR