Ecologistas y científicos españoles piden a la UE que no revise a la baja las leyes de la naturaleza
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Un total de 178 entidades, principalmente ecologistas, y 29 científicos de España se han sumado a un manifiesto, impulsado por SEO/BirdLife, en defensa de la vigencia y plena implementación de la Directiva de Aves y la Directiva de Hábitats de la UE, que están bajo revisión de la Comisión Europea y que, según los firmantes, podrían ver rebajado el nivel de protección ambiental en el territorio comunitario.
El Ejecutivo presidido por Jean-Claude Juncker está revisando estas dos normas, aplicables en España, como parte del proceso de evaluación ‘Fitness Check’, con el que se pretende dirimir si su actual redacción se ajusta a los objetivos comunitarios.
Ante la posibilidad de que esta revisión suponga una rebaja en el nivel de protección ambiental dentro de la UE, los colectivos firmantes se han unido para mostrar su “compromiso con la defensa de las leyes que protegen la naturaleza en la Unión Europea”.
El manifiesto español se suma a las múltiples acciones que BirdLife Europe desarrolla en favor de las también denominadas ‘Directivas de la Naturaleza’. Este martes será entregado a los europarlamentarios españoles en un encuentro con miembros de SEO/BirdLife en Bruselas, antes de que el Pleno del Parlamento Europeo vote el próximo 3 de febrero el informe que ha realizado el Comité de Medio Ambiente de la UE sobre la revisión intermedia de la Estrategia de Biodiversidad.
“Una resolución del Parlamento que defienda la actual redacción de las directivas y abogue por su plena aplicación constituiría un paso clave en el camino para asegurar que la conservación de la naturaleza en Europa no sufre retrocesos”, apuntó el coordinador de Políticas Ambientales de SEO/BirdLife, David Howell.
ESPAÑA, LÍDER EN BIODIVERSIDAD
Por su parte, el coordinador de Conservación de SEO/BirdLife, Juan Carlos Atienza, señaló que las ‘Directivas de la Naturaleza’ constituyen “la columna vertebral” de las políticas de conservación en la Ue y han permitido la creación de una red de espacios protegidos (Natura 2000). “El 98% de los europeos viven a menos de 20 kilómetros de un espacio Natura 2000”, añadió.
De hecho, los firmantes del manifiesto, que incluye a organizaciones ambientales, científicas, deportivas o sindicales, recuerdan que España es uno de los países que más contribuyen a la biodiversidad europea, al albergar unos 2.000 espacios Natura 2000, lo que supone cerca del 30% del territorio estatal y el primer país en el ranking europeo de superficie protegida.
Por otro lado, los firmantes indican que el patrimonio natural atraviesa “un momento muy delicado, con España y Europa lejos de cumplir con los objetivos para la biodiversidad, que incluyen, entre otros, la plena implementación de las directivas y la restauración de ecosistemas.
Además, señalan al menos un 60% de las principales especies comunitarias y un 77% de sus hábitats están amenazados, por lo que “cualquier reducción en la protección de la naturaleza europea puede suponer una amenaza para la biodiversidad y el bienestar social de más de 500 millones de ciudadanos de la Unión Europea”.
Diversas investigaciones, recogidas en revistas científicas, avalan los beneficios de la correcta aplicación de la normativa porque es efectiva para proteger especies en peligro de extinción, como el águila imperial, el lince ibérico o el oso pardo; tiene un papel fundamental en la preservación de las tierras agrícolas y de la biodiversidad forestal, y fortalece la conservación de espacios de gran valor, como el Delta del Ebro, La Albufera de Valencia, Monfragüe, las islas Cíes o el desierto de los Monegros.
Además, los firmantes hacen hincapié en los beneficios que la normativa ha reportado a los más de 70.000 kilómetros cuadrados de áreas marinas protegidos por la Red Natura 2000.
Se calcula que el valor de los procesos ecosistémicos que proporciona la naturaleza en la Red Natura 2000 (agua y aire limpios, suelos fértiles, agricultura, ganadería, pesca, ocio o turismo) ronda los 300.000 millones de euros anuales, además de generar cerca de 4,5 millones de puestos directos en la UE y abrir nichos de mercado en las economías rural y costera. “Esta riqueza se pierde al ritmo que la actividad humana provoca la degradación y destrucción de la biodiversidad”, indica el manifiesto.
(SERVIMEDIA)
26 Ene 2016
MGR/gja