En el pleno de la Cámara Alta, Muñoz-Alonso alabó la "claridad y contundencia" con que, a su juicio, se ha expresado el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, en relación al litigio del Sáhara, y preguntó a Moratinos si comparte esta actitud. El ministro asintió, añadiendo que "España participó en la elaboración de la propuesta aprobada por la UE, no sólo en la declaración final sino también en el debate interno y con las autoridades marroquíes".

Sin embargo, el senador popular insistió en que la actitud de Van Rompuy "contrasta con la ambigüedad" con que la que, a su juicio, se pronuncian los representantes del Gobierno español, incurriendo en "contradiciones y rectificaciones continuas". Una incoherencia que, aseguró, no le sorprende, "porque lo hacen en todos los temas: quieren quedar bien con todo el mundo".

Muñoz-Alonso tampoco está de acuerdo con que se incite a marroquíes y saharauis a negociar, dado que "no se van a entender entre sí", y "España tiene la obligación histórica y moral de exigir la autonomía del Sahara y la liberación de los presos políticos saharauis".

Además, denunció que "un problema tan importante como el de la soberanía es el problema humanistario", porque "los derechos de los saharauis son sistemáticamente violados por la potencia ocupante", tal y como revelan los informes de la ONU, el Departamento de Estado de EEUU y Aministía Internacional.

Ante estas manifestaciones, Moratinos se declaró "un poco atónito" tras haber oído esta mañana al portavoz del PP en el Congreso de los Diputados lo que definió como unas "posiciones razonables y equilibradas de reconocimiento a la labor del Gobierno". Frente a esta actitud, afirmó que, en el Senado, el portavoz popular Pío García-Escudero y el propio Muñoz-Alonso "tienen una tendencia antimarroquí" y "su obsesión es atacar a Marruecos". "Ustedes sabrán lo que es referirse así a un país esencial para el futuro", les avisó.

El ministro confirmó también que en la cumbre UE-Marruecos celebrada en Córdoba el pasado fin de semana se trató "específicamente" de los derechos humanos en el Sáhara. Sobre el fomento de las conversaciones entre marroquíes y saharauis, indicó que "el punto de referencia es Naciones Unidas, que pide a las partes que negocien". En ese sentido, concluyó: "Nosotros tenemos qaue acompañar, incentivar y facilitar el acuerdo".

Antes de su intercambio con Muñoz-Alonso, Moratinos ya había tenido que dar cuenta de la cumbre euromarroquí a pregunta del senador socialista por Menorca Arturo Bagur, miembro del Grupo Mixto. El ministro expresó su valoración "positiva" y que la UE había querido "mandar una señal fuerte" al celebrar su primera cumbre con Marruecos. Dijo que se avanzó en el concepto de "nueva convergencia" y "nueva vecindad", hacia una posible "zona de libre mercado reforzado" y también en temas de investigación y desarrollo con el que definió como "un país vital para los intereses españoles".