El pasado 5 de enero, Esther Gabarre, de 40 años, viuda, parada de larga duración y con cuatro hijas, acudió a un centro comercial de Getafe, entró en un probador con varias prendas de vestir y se metió en el bolso todo lo que pudo. Algunas de ellas con la intención de revenderlas; otras para que en casa tuvieran regalos de Reyes.

A la salida del probador, se encontraba la dependienta, que llamó a la vigilante de seguridad y éste a la Policía. Las prendas tenían un valor de 428 euros. Una cantidad que convertía su intentona de hurto en un delito, ya que la ley diferencia entre robos de más y de menos de 400 euros.

El 7 de enero la mujer acudió a los juzgados de Getafe al haber sido denunciada por los responsables de la tienda. Aceptó los hechos y dio su conformidad a la condena de cuatro meses de prisión, ya que su abogado de oficio le aseguró que la cumpliría en régimen abierto.

Sin embargo, el fallo instaba a su ingreso en prisión este viernes si no prosperaba la petición de indulto realizada por su nuevo letrado y que cuenta con el apoyo de más de 1.000 firmas tras la movilización de los colectivos sociales.

Finalmente, la decisión del Juzgado de lo Penal nº 5 de Getafe suspende su ingreso en prisión hasta que se tramite el indulto que ha solicitado al Ministerio de Justicia.