El Astrofísico de Canarias cree que la hipótesis del nuevo planeta es "plausible" pero que hay que verificarla
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El director del Grupo de Investigación del Sistema Solar, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Javier Licandro, dijo este viernes que la hipótesis de la existencia de un noveno planeta en el Sistema Solar, enunciada por los investigadores Mike Brown y Konstantin Batygin, es "plausible, pero aún se basa en pocos datos", por lo que sería necesario observarlo directamente para verificarla.
En declaraciones a Servimedia, Licandro afirmó que un objeto como el que han descrito los investigadores de la Instituto Tecnológico de California (Caltech) con una masa 10 veces mayor que la Tierra y a una distancia de 30.000 millones de kilómetros debería ser observable con telescopios terrestres.
"La detección del planeta demostraría esta hipótesis", recalcó el investigador del IAC. Asimismo, señaló que un planeta de estas características debería llevar aparejada la existencia de un nuevo grupo de objetos que hasta ahora no se ha observado. "La detección de estos objetos reforzaría la hipótesis de la existencia del 'Planeta Nueve'", manifestó.
Según Brown y Batygin, el 'Planeta Nueve' se encontraría en una región muy remota del Sistema Solar, mucho más allá del Cinturón de Kuiper, y trazaría una órbita elíptica cuyo punto más cercano al Sol se situaría a 200 unidades astronómicas (UA) de este astro, mientras que su punto más alejado alcanzaría una distancia de entre 600 y 1.200 UA. Una UA equivale a la distancia entre el Sol y la Tierra.
No sería como Plutón, un planeta enano, sino un gigante de un tamaño comparable al de Neptuno, por lo que, de confirmarse su existencia, entraría por pleno derecho a formar parte del selecto club de los planetas del Sistema Solar como noveno miembro.
AGRUPACIÓN DE OBJETOS
Los astrónomos del Caltech hicieron sus cálculos a partir de una singular agrupación de seis objetos transneptunianos previamente conocidos.
Según dicen, solo hay una probabilidad entre 15.000 de que esta aproximación sea una mera coincidencia y es mucho más probable que sea un planeta gigante el que está influyendo en el movimiento de sus órbitas.
"Aunque es muy poco probable que el alineamiento observado en las órbitas de estos objetos sea casual queda aún mucho trabajo por hacer", sostiene Licandro, quien no obstante valora el estudio de Brown y Batygin como "un trabajo interesante y bien hecho".
COMPOSICIÓN DEL NUEVO PLANETA
En cuanto a la composición que podría tener el nuevo planeta, Licandro afirmó que esto depende de la región del Sistema Solar en la que se formó antes de salir despedido hacia el exterior.
"Si se formó en la región de los planetas gigantes, seguramente tendrá una composición de roca y hielo, con abundante agua. Puede que incluso tenga bastante hidrógeno y helio en forma de gas, como es el caso de Urano y Neptuno (que tienen una masa de entre 15 y 17 veces la de la Tierra)".
En cambio, "si se hubiera formado en la región de los planetas terrestres, hablaríamos de una composición similar a la de la Tierra, con abundancia de roca y metal", concluyó este investigador del IAC.
(SERVIMEDIA)
22 Ene 2016
ISP/caa