El coordinador de MSF en Taiz, Michele Traitini, señaló en un comunicado que los hechos ocurrieron el pasado martes, cuando recibió una llamada alertando de que un ataque aéreo había afectado a varios niños y a un profesor, y que era necesaria la ayuda de esta organización médico-humanitaria para el tratamiento de los heridos.

“Corrimos a la zona, que estaba cerca dela primera línea que rodea la ciudad de Taiz, para proporcionar asistencia médica a las personas heridas. De acuerdo con las madres de dos jóvenes heridas y otros testigos, 10 niños y un profesor murieron y otros tres niños resultaron heridos en el ataque, que probablemente fue dirigido a un tanque militar en Al Houban. Al parecer, los niños caminaban de vuelta a casa desde la escuela cuanto tuvo lugar el ataque”, explicó.

Traitini indicó que una madre señaló que los menores volvían de la escuela cuando pasaron cerca de un tanque y “oyeron el silbido de una bomba”. “Hubo una gran explosión y los niños fueron empujados hacia arriba en el aire”, añadió.

Subrayó que la zona del ataque es “una primera línea peligrosa con enfrentamientos intensos y continuos. Cuando llevamos vimos que es una tierra vacía sin construcciones. Sólo vimos un tanque en llamas y unos cuadernos destruidos en el suelo, y papeles por todas partes. La gente dijo que los niños heridos fueron trasladados al hospital Al Rufai”, apuntó Traitini.

El responsable de MSF en Taiz agregó que de camino al hospital encontró a las dos chicas heridas dadas de alta por el hospital y de regreso a casa. “Todavía estaban cubiertas de sangre, tenían heridas de metralla de la explosión. Estaban doloridas y una estaba en un claro estado de ‘shock’. Hablamos con las familias y nos enteramos de que no recibieron vacunas contra el tétanos”, agregó.

Las mejores pasaron la noche en el hospital de MSF para ser observadas y una de ellas (Aisha, de 13 años) fue trasladada a otro hospital para ser intervenida en su pierna izquierda, mientras que la otra (Ashjan, de 7 años) también debe ser operada para extraer un cuerpo extraño en una de sus rodillas. “Otro triste ejemplo de cómo los civiles están atrapados en medio de esta guerra indiscriminada”, lamentó Traitini.

LLEGAN SUMINISTROS MÉDICOS

Por otro lado, tras cinco meses de intensas negociaciones con las autoridades, Médicos Sin Fronteras logró entrar el pasado sábado a Taiz con dos camiones cargados de suministros médicos esenciales.

Los puntos de acceso y los intensos enfrentamientos habían impedido que la ayuda humanitaria llegara a esta localidad, que se encuentra sitiada desde el pasado agosto. A partir de entonces, sus hospitales dejaron de recibir cualquier tipo de suministros médicos y la escasez severa provocó que el tratamiento de heridas y las cirugías fueran suspendidos en ocasiones.

“Estamos muy satisfechos de haber logrado la entrada de los suministros médicos a los hospitales en el área sitiada, porque permite traten a un gran número de pacientes con heridas de guerra”, dijo Karline Kleijer, coordinadora de emergencia de MSF en Yemen, quien añadió que esos suministros médicos esenciales (como tubos torácicos, anestésicos, sueros y antibióticos) ayudarán a la realización de cirugías vitales en los hospitales.

Según MSF, la población de Yemen que vive en condiciones de hacinamiento en Taiz tiene dificultades para conseguir comida, agua y combustible, en medio de un aumento del precio de artículos esenciales.

Los bombardeos aéreos golpean a la ciudad de Taiz a diario y los habitantes viven con miedo a los francotiradores, a las balas perdidas y a los proyectiles de mortero que están siendo usados de forma indiscriminada por ambas partes en conflicto.

Taiz tenía 20 hospitales para una población de unos 600.000 habitantes, pero sólo seis funcionan parcialmente a día de hoy. El personal médico presta asistencia principalmente en los hogares de los pacientes.