En dicha carta, Cereijo solicitó una reunión a López con la voluntad de “establecer una relación estrecha, leal y productiva con el Congreso de los Diputados, como Institución que representa la voluntad popular del Estado”.

Según Creup, en tanto que representante de la soberanía nacional, “la Cámara Baja debe ser un espacio de debate de aquellos asuntos de gran relevancia para el Estado, como lo es la Educación Superior universitaria y la ciencia”.

“Creemos que estamos ante una gran oportunidad para dignificar y fortalecer la imagen del Congreso como la de una institución viva y activa donde las organizaciones de la sociedad civil puedan sentirse útiles y partícipes”, indicó Creup.

"Hasta ahora la única interlocución efectiva posible que teníamos para canalizar nuestras reivindicaciones era el Poder Èjecutivo a través del Ministerio de Educación", apuntó.

Por ello, “con esta nueva configuración parlamentaria estamos ante una oportunidad que no podemos desaprovechar para facilitar la actuación de las organizaciones de la sociedad civil en la creación de políticas del Estado”, concluyó Cereijo.