Según informó hoy el Instituto Armado en un comunicado, agentes de la Benemérita se incautaron de estas armas durante una inspección realizada en un almacén ubicado en el polígono industrial de Moncada (Valencia).

Allí se hallaron 2.000 tarjetas de plástico convertibles en navajas y 825 defensas-linterna. Estos artilugios se estaban comercializando a través de una página web.

Los agentes interpusieron dos denuncias contra la empresa responsable de estas armas prohibidas en base a la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana.

La investigación comenzó el pasado mes de diciembre, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que a través de una página web se estaban comercializando defensas-linterna, que podían ser objetos catalogados como armas prohibidas.

NAVAJAS OCULTAS EN TARJETAS

Asimismo, los agentes comprobaron que en una armería de Melilla se estaban comercializando tarjetas de plástico que, una vez manipuladas, se convierten en navajas.

Más tarde, las averiguaciones llevaron a comprobar que las 825 defensas-linterna incautadas en Valencia se importaban a través de otra empresa.

La Guardia Civil envió un informe a la Intervención Central de Armas y Explosivos (ICAE) para verificar la catalogación de las armas, y se confirmó que se trataba de armas prohibidas, dadas sus dimensiones, material de fabricación y forma anatómica.

Las defensas-linterna están compuestas de metal, de manera que su uso puede causar lesiones graves o muerte. La normativa establece que el material de este tipo de armas debe ser semirrígido, como la goma. En cuanto a las tarjetas-navaja, son muy peligrosas debido a que son muy fáciles de ocultar, dado su reducido tamaño.