La Unesco propone una nueva financiación de los libros de texto para triplicar su presencia en las aulas

MADRID
SERVIMEDIA

Un nuevo 'Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo' de la Unesco propone un modelo económico que podría contribuir a rebajar el coste de los manuales escolares y triplicar su disponibilidad en las escuelas de todo el mundo

Titulado 'Every Child Should Have a Textbook' (Todos los niños deberían tener libros de texto), el estudio propone prever y centralizar la demanda de libros a nivel estatal, así como planificar también a mayor escala su compra y aumentar la financiación.

Sostiene que la implantación de sistemas de financiación centralizados podría reducir en tres dólares estadounidenses el precio de cada manual escolar, lo que supondría un ahorro de cerca de mil millones de dólares al año en el costo de los materiales educativos tan solo en el África Subsahariana. Así por ejemplo, Kenia reduciría en 64 millones de dólares sus gastos en libros de texto y Malawi en 33 millones.

Según una investigación en escuelas primarias de 11 países en desarrollo (Argentina, Brasil, Chile, Filipinas, India, Malasia, Paraguay, Perú, Sri Lanka, Túnez y Uruguay), la media de alumnos de cuarto de Primaria que no disponen de manuales escolares o tienen que compartirlos llega al 20%. En Camerún, en segundo de Primaria solo se dispone de un manual de lectura por cada 12 alumnos y un manual de matemáticas por cada 14 alumnos.

Los datos del Instituto de Estadística de la Unesco indican que los gobiernos no invierten lo suficiente en libros de texto. En 2012, 36 países de todas las regiones del mundo gastaron en materiales de enseñanza y aprendizaje de media menos del 2% de su presupuesto de Educación Primaria (16 de ellos menos del 1%).

El Informe de la Unesco recomienda que el futuro “fondo mundial para los libros” propuesto por varios donantes incremente los recursos externos destinados a los manuales escolares utilizando modelos similares a los aplicados por la Alianza GAVI en la lucha contra ciertas enfermedades, esto es, que la cofinanciación privada iguale a la inversión pública.

De este modo se podría aumentar la financiación externa para manuales escolares en el África Subsahariana de 549 a 785 millones de dólares y, en general, ese enfoque podría triplicar el número de libros a disposición de los niños en todo el mundo.

Según el director del informe, Aaron Benavot, “el carácter impredecible de la financiación, la falta de transparencia y la ausencia de previsiones sobre la demanda hacen que el sistema de compra de manuales escolares sea ineficiente. “Obligar a las familias a pagar los libros de texto de sus hijos es inaceptable”, así que “debemos aprender del sector de la salud y establecer un nuevo sistema para que los manuales escolares puedan ir de la imprenta a la escuela y llegar a las manos de los niños de un modo barato y eficaz”.

Entre otros puntos, el estudio aconseja aumentar los fondos nacionales destinados a libros de texto hasta al menos entre el 3 y el 5% del presupuesto de Educación Primaria y entre el 6% y el 8% del presupuesto de Secundaria; incrementar la ayuda internacional de donantes a esta partida (por lo menos, deberían duplicar el porcentaje de ayuda para la educación básica que proporcionan a través de la Alianza Mundial para la Educación, actualmente del 11%), e Incentivar una mayor financiación nacional para los manuales escolares.

Además, cree que el futuro “fondo mundial para los libros” debería velar por que los recursos externos destinados a los manuales escolares estuviesen acompañados por compromisos equivalentes de los gobiernos.

(SERVIMEDIA)
19 Ene 2016
AGQ/gja