Así lo denunció Unicef este martes en un comunicado en el que recordó que las temperaturas bajo cero y la presencia de hielo y nieve están empeorando la delicada situación de los niños refugiados en esa zona.

“Muchos de ellos no tienen ropa de abrigo o acceso a una alimentación adecuada a su edad”, situación agravada por la falta de cobijo y transporte, y cuando lo tienen, no siempre cuentan con calefacción.

Los niños suponen alrededor de un tercio de las personas migrantes y refugiadas, y muchos de ellos son bebés. De hecho, en 2015 unos 253.700 niños cruzaron el Mediterráneo, algo ya complicado para los adultos y que ha ocasionado muchas muertes.

En este contexto, la coordinadora especial de Unicef para la Crisis de Refugiados y Migrantes en Europa, Marie-Pierre Poirier, dijo que los niños son particularmente propensos a las infecciones respiratorias, problemas digestivos y diarrea. La falta de lactancia materna también puede afectar seriamente la salud de los bebés.

Por ello, en los últimos tres meses, la agencia de la ONU y sus aliados han ofrecido apoyo a 81.000 niños a través de los espacios amigos de la infancia acondicionados para soportar las condiciones invernales en Macedonia, Serbia y Croacia. Además, cerca de 18.000 bebés y niños pequeños han recibido servicios especializados a través de los espacios de la organización para el cuidado de madres y bebés.

En el último mes también ha distribuido 13.500 artículos de ropa de abrigo, mantas, cambiadores y mochilas portabebés. La situación afecta especialmente a las mujeres embarazadas y lactantes y a sus hijos, por lo que el personal de Unicef también ofrece asesoramiento sobre lactancia. En el mismo periodo, sólo en Macedonia, fueron atendidas más de 800.