Durante una hora y media de función, Garamendy se sirve del monólogo para atizarle estopa con humor a lo que más aborrece como espectador de la pequeña pantalla: los programas de telerrealidad y las tertulias del corazón.

De los "realities", el artista argentino explicó en una entrevista con Servimedia que el que más le desagrada con diferencia es "Gran Hermano" y a él alude en el espectáculo, aunque en su montaje no salgan nombres concretos. "Es el máximo exponente de la telebasura o teleporquería, como yo la llamo, porque sólo buscan a personajes tremendamente conflictivos que den juego", indicó.

En el polo opuesto, reconoce que también hay "realities" interesantes, como "Operación Triunfo": "Ahí los protagonistas son gente que se sacrifica y que busca cosas bonitas como aprender a cantar, y que no se pasan el día rascándose los huevos en un sofá, como los de 'Gran Hermano'".

En el punto de mira de Garamendy también están las tertulias del corazón, o para ser más concretos, los tertulianos, "que en su mayoría solo quieren arriconar al invitado y hacer escarnio de él".

Más benévolo que con los "realities" y las tertulias de la prensa rosa, "La teleporquería" también coloca en la diana a "esos programas de cocina de autor que hay en la televisión española y que emiten cuando el personal ya ha comido". "La familia está haciendo la digestión a los garbanzos y aparece un señor a las cuatro de la tarde, con su cocina minimalista hablándole de cebolla caramelizada", dijo.

El tramo final de la función, en la que no faltan nominaciones y hasta expulsiones de público asistente, Garamendy lo dedica a pasar por la a túrmix otros formatos como los informativos, a los que también lanza sus buenas andanadas.

"La teleporquería" llega después de la obra anterior de Garamendy que ha tenido gran éxito de público, dedicada a las pateras y los inmigrantes, titulada "Inmigrandes". "La teleporquería" podrá verse en Madrid hasta el 4 de abril y luego recorrerá otras ciudades españolas.