Unicef alerta de que la guerra en Yemen amenaza a 10 millones de niños

- “Necesitan ayuda urgente y la necesitan ahora”, sentencia

MADRID
SERVIMEDIA

El representante de Unicef en Yemen, Julien Harneis, afirmó este martes que cerca de 10 millones de niños se enfrentan a “un nuevo año de dolor y sufrimiento” en Yemen, “donde no se vislumbra el final” del conflicto armado.

Yemen se encuentra sumido en una oleada de enfrentamientos entre rebeldes hutíes y separatistas del sur e insurgentes suníes, lo que se ha recrudecido a partir del pasado 26 de marzo al iniciarse los bombardeos de una coalición internacional árabe.

Harneis alertó de que “los continuos bombardeos y los enfrentamientos en la calle están exponiendo a los niños y sus familias a una combinación mortal de violencia, enfermedad y privaciones”.

Este representante de Unicef indicó que “es difícil de medir” el impacto directo del conflicto en los niños porque las estadísticas confirmadas de la ONU (747 niños muertos y 1.108 heridos desde marzo del año pasado, y 724 menores forzados a realizar algún tipo de actividad militar) “sólo reflejan parte de la historia, pero son lo suficientemente impactantes”.

Harneis subrayó que los niños constituyen al menos la mitad de los 2,3 millones de personas que se calcula que están desplazadas de sus hogares en Yemen y de los más de 19 millones que intentan conseguir agua cada día, mientras que 1,3 millones de menores de cinco años se enfrentan al riesgo de la desnutrición aguda y de infecciones aguda de las vías respiratorias, y al menos dos millones de niños no pueden ir a la escuela.

Además, añadió que los servicios públicos sanitarios, de agua y saneamiento “se han visto diezmados y no pueden abordar las necesidades cada vez mayores de una población desesperada”. “Muy pocos de los 7,4 millones de niños que necesitan protección (incluyendo apoyo psicosocial que les ayude a lidiar con los efectos de su exposición a la violencia) la recibirán realmente”, apostilló.

PERMITIR EL ACCESO

Por otro lado, Harneis indicó que “sólo se pueden hacer conjeturas” de las consecuencias a largo plazo de la guerra en Yemen, que ya era la nación más pobre de Oriente Medio antes del conflicto.

Apuntó que agencias humanitarias como Unicef trabajan “lo mejor que pueden, en un entorno extremadamente peligroso”. Así, cuatro millones de niños menores de cinco años fueron vacunados contra el sarampión y la polio en 2015, y cerca de 166.000 recibieron tratamiento contra la desnutrición, en tanto que más de 3,5 millones de personas afectadas por el conflicto tuvieron acceso a agua y 63.520 de comunidades muy pobres recibieron transferencias en efectivo en las ciudades de Sanaa y Taiz. ”Pero se necesita hacer mucho más. Los niños de Yemen necesitan ayuda urgente y la necesitan ahora”, sentenció.

Por ello, reclamó que todas las partes involucradas en el conflicto, tal y como impone el derecho internacional humanitario, permitan el acceso libre a las áreas afectadas por los combates, “donde los civiles están muriendo porque los hospitales no están operativos y las medicinas escasean, y los niños están en riesgo de morir a causa de enfermedades prevenibles”. En ese contexto, las agencias de ayuda humanitaria podrían "ampliar su trabajo".

“Pero lo que realmente se necesita, por encima de cualquier otra cosa, es el final del conflicto. Sólo de esa manera los niños de Yemen podrán mirar a 2016 con esperanza y no con desesperación”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
12 Ene 2016
MGR/gja