El letrado intervenía en el cuarto bloque destinado al análisis de las pruebas denegadas anteriormente o nuevas cuando, en respaldo de una de sus propuestas, advirtió al tribunal de su condición de “heterodoxo sexual…. Perdón procesal”. Tras los primeros momentos de desconcierto, el abogado corrigió el error, pero las carcajadas se propagaron por toda la sala.

Únicamente las tres magistradas que componen el tribunal juzgador, pudieron contener a duras penas la risa que contagió incluso a los 18 encausados entre los que se encuentran la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin.

Algo más tarde, el mismo abogado propuso una nueva prueba de más de 300 folios de la que el tribunal no tenía constancia. La presidenta del Tribunal, Samantha Romero, reclamó una copia al letrado. “La tengo en el maletín, ¿la saco toda?”, preguntó González Peeters, entre un nuevo arranque de risas contenidas.