Así aparece reflejado en la carta que, en su condición de presidente del PP, Mariano Rajoy, remitió al secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática de Venezuela, Jesús Torrealba.

"Puede seguir contando con el apoyo y el aliento tanto del partido que presido como el mío personal", dirigió Rajoy al líder opositor venezolano. El presidente del Gobierno en funciones trasladó su "más afectuosa felicitación" por la constitución de la Asamblea Nacional el pasado 5 de enero, cuya nueva mayoría, subrayó, refleja "los excelentes resultados" obtenidos por la Mesa de la Unidad Democrática en las pasadas elecciones legislativas.

"Constituye toda una satisfacción constatar que la jornada electoral fue un fiel reflejo del pluralismo y del deseo clamoroso de renovación que anima a una inmensa mayoría de la sociedad venezolana", apuntó.

"SIN CORTAPISAS NI SUBTERFUGIOS"

Rajoy incidió, a este respecto, en su convencimiento de que la Asamblea tiene que "ver garantizada su legítima independencia en el ejercicio de las prerrogativas y funciones" que le reconoce la Constitución de Venezuela "sin que éstas se obstaculicen mediante el recurso a cortapisas y subterfugios que atentan contra la separación de poderes".

El líder del PP insistió en que éste es "uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta la democracia y el Estado de Derecho" y defendió que se garanticen "los derechos políticos, económicos y sociales de los venezolanos".

Rajoy puso en valor que la nueva Asamblea Nacional inicia "una etapa crucial" y destacó que "el diálogo, la colaboración y la búsqueda del consenso entre los poderes del Estado deberían servir de guía para abordar, desde el profundo respeto a las instituciones democráticas, las serias dificultades que desgraciadamente atraviesa" Venezuela.