Llegaron a bordo de una berlina conducida por otra persona justo hasta la puerta del edificio donde se celebrará la vista. Ambos salieron con semblante muy serio y no se dirigieron a los periodistas. La Infanta iba ataviada con un traje de chaqueta color negro y su marido también vestía traje.

Desde las 6.30 horas de la mañana les esperaban en la calle un enjambre de informadores, cámaras, fotógrafos, reporteros y cronistas de una veintena de países.

Los abogados de la Infanta Miquel Roca y Jesús María Silva, que será el encargado de ejercer la defensa de la hermana del Rey, llegaron al lugar en otro vehículo.

Además de estos abogados, están acreditados para acudir a las sesiones de un juicio que durará hasta el mes de julio, en representación de la Infanta, los letrados Pablo Molins, Jorge Navarro y Juan Segarra, todos ellos pertenecientes al bufete Molins&Silva.

Sólo la acusación popular ejercida por Manos Limpias considera a la Infanta cooperadora necesaria en dos presuntos delitos fiscales cometidos en 2007 y 2008 por un monto total de 330.000 euros.

La Fiscalía no ve delito en su proceder, pero cree que la Infanta se benefició de los negocios ilícitos de su marido, Iñaki Urdangarin, que como presidente del Instituto Nóos está acusado de prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencias, delitos contra la Hacienda pública, falsedad, estafa, falsificaciones y blanqueo de capitales, por los que se enfrenta a una pena de 19,5 años.

El inicio de la sesión está previsto para las 9.15 horas de hoy y las cuestioens previas tienen reservadas dos días de debate.