Gabriel inició su réplica en el debate de investidura de Carles Puigdemont señalando que la CUP hace así “un gesto de confianza” con Junts pel Sí “porque nos hemos entendido y hemos fijado las bases del cambio”. No obstante, también aclaró que “la CUP no piensa dejar de representar a su gente”, ni de defender el rescate social junto a la ruptura con España y el proceso constituyente.

La portavoz de la CUP aseguró al todavía presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, que el precio del acuerdo no había sido su cabeza ni había sido un pacto de vencedores y vencidos, y remarcó a los “enterradores de dentro y fuera” que la CUP no iba a desaparecer pese a la contestación interna al acuerdo con Junts pel Sí. También avisó de que la CUP exigirá una “responsabilidad compartida” en el proceso frente al personalismo de Mas.

Gabriel pidió al nuevo presidente que avance en el proceso “sin demoras innecesarias”, porque no querría volver a lamentarse de “ciertas cosas”, sino avanzar hacia la independencia para que dentro de 18 meses la ratifiquen nuevas elecciones constituyentes, “Y ésas sí que las vamos a ganar, de largo”, arengó.

En suma, la portavoz de la CUP, hasta ahora la voz más destacada del partido que rechazaba la investidura de Mas, aseguró que se comprometerán ”con todo lo que tenga que ver con la ruptura, el proceso onstituyente y el rescate social”.

Según remató, “el mundo está pendiente de nosotros” y “nos va a tocar resistir”, por lo que llamó a prepararse para los embites y dar “señales inequívocas” a las bases para aumentar su apoyo.

Sobre la muy comentada petición de disculpas por la CUP incluida en el acuerdo con Junts pel Sí, se reafirmó: “Reconocemos sin problemas que a veces no hemos hecho las cosas bien”, y “ha llegado el momento de tener sentido de país”.