Mayer dio una rueda de prensa para hacer balance de las actividades navideñas organizadas por el Ayuntamiento y la participación ciudadana en ellas, y, tras las preguntas de los periodistas por las críticas formuladas contra la supuesta desnaturalización de la cabalgata, contestó que el discurso del rey Melchor se ciñó a la “norma” de referirse a temas de actualidad, en este caso los refugiados y el medio ambiente.

La concejala aseguró que el Ayuntamiento, que gobierna para todos, ha integrado las tradiciones, “que evolucionan”, manteniendo la existencia de tres Reyes Magos que vienen de Oriente y traen regalos, con novedades escénicas y estéticas para abrirse a más públicos, que le parecen oportunas porque todas las ediciones de la cabalgata deberían incluir una sonrisa y en este caso se limitaron a cuestiones subjetivas.

“Los cambios no son malos cuando no afectan a la tradición sino a cuestiones estéticas o escénicas”, indicó. En todo caso, puntualizó que los atuendos de los Reyes Magos los diseñó un ilustrador infantil, que tiene, por tanto, un imaginario cercano a los niños.

Mayer dijo que la polémica ha alcanzado “niveles inesperados” para el Gobierno municipal, que no esperaba “tanta repercusión” de un tema menor. “Nos ha llamado la atenció que el atuendo de los trajes se haya convertido poco menos que en un asunto de Estado”, se quejó.

La delegada sí lamentó y calificó de “error” que uno de los participantes en la cabalgata contestara a la televisión que conocía a los Reyes Magos desde que conoce a sus padres, pero dijo que el Ayuntamiento no puede controlar esas cosas.

Por el contrario, agregó que no le parece “tan grave que una mujer se disfrace de hombre”, como hicieron algunas chicas que hicieron de Reyes Magos en tres cabalgatas de distrito, organizadas, en todo caso, por las correspondientes comisiones.

Antes de la preguntas sobre la polémica, Mayer se congratuló de haber ampliado y diversificado la participación de los madrileños en las actividades, con 425 actividades, la participación de 182 compañías, una asistencia de casi 35.000 personas a la Feria Internacional de las Culturas, de 30.000 al giródromo del Paseo del Prado cerrado al tráfico el 27 de diciembre y el 3 de enero, y de 11.300 en las actividades para niños en CentroCentro y Conde Duque.