Tezanos hace estas consideraciones en el artículo titulado “Las elecciones del 20 de diciembre: tendencias, sorpresas, frustraciones y expectativas”, que se incluye en el número de enero-febrero de su publicación.

El director de ‘Temas’ sostiene que “el hecho de que los dos grandes partidos españoles (el PSOE y el PP) hayan obtenido el 50,7% de los votos revela que el modelo de bipartidismo que hasta ahora ha funcionado en España ha quedado tocado, pero no está herido de muerte”.

Añade que el futuro del bipartidismo “dependerá de lo que ocurra a partir de ahora para saber si hay que prepararse para firmar su certificado de defunción”. “De momento”, añade, “lo que puede preverse es cómo actúan los que están empeñados en dinamitar dicho modelo”.

“AMPLIFICARÁN” LAS DISIDENCIAS

Sostiene que “lo primero que vamos a ver, muy verosímilmente, serán los intentos de trasladar al plano organizativo interno los costes de los fiascos electorales”.

“Es decir”, continúa, “se procurará cambiar a unos líderes por otros y se alentarán -y amplificarán- todas las disidencias internas en estos partidos (PSOE y PP), sean reales o imaginarias, mientras se intentarán tapar todas las vergüenzas y los palmarios déficits democráticos internos de las ‘fuerzas emergentes’ (por Podemos y Ciudadanos)”.

“Desde luego, el éxito de estos empeños va a depender de hasta qué punto se logre encontrar en el interior de los dos partidos principales a los Caínes y Brutos de turno”, afirma en referencia a quienes dentro de las formaciones socialista y popular cuestionen a sus dirigentes tras el 20-D.

Por otra parte, Tezanos se refiere a la necesidad de pactos tras las generales y apunta que “tales debates y acuerdos requieren un gran sentido de Estado, alta capacidad de empatía, y una paciente disposición a escuchar, dialogar, ceder y llegar a transacciones mutuas en aras del interés general”.

Destaca que esto “se hizo en España durante el ciclo de la Transición Democrática; y con buenos resultados prácticos. Pero ese espíritu se había abandonado casi por completo, en medio de la cruzada arrolladora -y sin cuartel- emprendida contra el ‘bipartidismo’ y sus supuestos males; como se ha visto con claridad durante la última campaña electoral”.