Alonso acudió al Congreso de los Diputados para acreditarse y tomar posesión de su escaño cuando se constituya la Cámara, y preguntado por los medios de comunicación sobre la situación en Cataluña aseguró que es una muestra "de lo que ocurre cuando se elige el camino de la radicalidad", una senda que "no conduce a nada".

"Todo es muy malo", respondió a la pregunta de si la posibilidad de repetir las elecciones en Cataluña es menos mala que un pacto en el que hubiera entrado la CUP.

En plenas conversaciones para la formación de Gobierno en España tras las elecciones generales, Alonso alertó de la necesidad de "buscar la moderación, un espacio de encuentro en el que se pueda construir", huyendo de opciones "radicales, extremistas", que solo conducen a la "parálisis institucional" y al "colapso" que está viviendo Cataluña.

El Ejecutivo en funciones y los miembros del PP ven con "extraordinaria preocupación" ese escenario en Cataluña y lo interpretan como una muestra de que en España "hay que intentar otro camino" que pasa por un acuerdo "amplio" entre fuerzas "moderadas".

Lo ocurrido en Cataluña, indicó, refuerza "absolutamente" la tesis de esa gran coalición del PP con PSOE y Ciudadanos "no por nosotros sino por los españoles", ya que el mandato de las urnas fue: "pónganse ustedes de acuerdo, hablen y encuentren una fórmula de estabilidad" para seguir creciendo y afrontar las medidas sociales "pendientes".

Todo lo demás, afirmó Alonso, es "meterse en broncas, discusiones y caminos muy embarrados". Hay que "tomar nota de los ruidos que vienen de Cataluña" e intentar "no repetir esos experimentos", insistió.

Alonso se mostró convencido de que el resultado de las urnas puede ser "una oportunidad" para articular una mayoría parlamentaria amplia que "desde la moderación y la centralidad" demuestre su "capacidad de hacer grandes cosas".