En el tercer trimestre de 2015 el 9,5% de los ocupados estaban en esta situación, un porcentaje que representa casi el triple que al comienzo de la crisis (3,6% al cierre de 2007).

Durante estos años, el nivel de trabajadores que tienen un contrato a tiempo parcial porque no consiguen uno a jornada completa ha aumentado de forma continua hasta superar por primera vez el 10% en el segundo trimestre de 2013.

Desde entonces, esta cifra ha oscilado en torno al 10% y se mantiene lejos de los niveles anteriores a la crisis, cuando se mantenía por debajo del 4%.

Asimismo, aquellos que están en esta situación de forma forzosa representan casi dos de cada tres ocupados con contrato a tiempo parcial, un porcentaje que también es muy superior a los registros anteriores a la crisis.

Si en el tercer trimestre de 2015 el 62,4% de los contratos a tiempo parcial se deben a que el trabajador no encuentra un empleo a jornada completa, en el periodo anterior a la crisis la cifra era la mitad, en el entorno del 31%.