Carmena visitó las instalaciones del Centro Integrado de Seguridad y Emergencias de Madrid (Cisem), para agradecer a los profesionales que esta Nochebuena estarán de guardia en lugar de con sus familias. Antes que ella, lo hizo el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, quien enfatizó: “Eso se llama profesionalidad, eso se llama generosidad”.

La alcaldesa interpretó la Navidad como “una fiesta cristiana y pagana a la vez”, que simboliza “la aspiración de la Humaniad de buscar la luz”, precisamente en los días más oscuros del año. Dijo que las luces navideñas deben servir “para vernos más, para sentirnos más juntos, para sentirnos parte de esa gran familia que es la Humanidad”, por lo que los policías y profesionales del Samur, que no podrán pasar la noche con sus familias, a la vez estarán protegiendo a otros familiares suyos dentro de esa Humanidad.

La alcaldesa cree que sentirnos enmarcados en esa gran familia “tiene que ayudar a empatizar”; a acordarse, por ejemplo, de la gente que tiene problemas para pagar el recibo de la luz. Aludió así, sin mencionarla, a la política del Ayuntamiento de garantizar los suministros energéticos a todo el mundo.

Carmena aprovechó uno de los lemas navideños por excelencia, “Paz a los hombres y mujeres de buena voluntad”, para subrayar otra de sus grandes convicciones personales, la antibelicista. Señaló que en estas fiestas “no está mal pensar que podemos evitar conflictos poniéndonos en los zapatos de los demás”, porque “las guerras no hacen más que lesionar la vida y la dignidad de tantas personas”.

La alcaldesa confirmó que esta noche comenzará la Nochebuena en la cena para personas sin hogar que organizará el Padre Ángel en el Palacio de Cibeles, y luego la terminará con su familia.