La mitad de dichos fondos se destinarían a potenciar la instalación de aerogeneradores en zonas costeras, mientras que el resto se invertiría en lograr el paso de la fase experimental a la comercial de las plantas para la obtención de electricidad a partir de la energía eólica y de las mareas.

Maria McCafferty, presidenta de RenewableUK, ha destacado que aunque se trata de una inversión elevada reportará importantes beneficios en los años venideros, y cita el ejemplo de Dinamarca, un país donde el ejecutivo ha invertido 1.440 millones de euros en plantas eólicas costeras, un sector que ahora genera unos ingresos cercanos a los 2.550 millones de euros.

Por ello, las empresas eólicas británicas reclaman un programa de ayudas públicas, así como la creación de un banco ecológico para canalizar nueva financiación hacia el sector de las energías renovables.

Esta organización subrayó que grandes empresas, entre ellas la alemana Siemens y la sueca Vattenfall, están interesadas en invertir en el sector de las energías limpias, pero añadió que la inversión privada por sí sola es insuficiente en principio, por lo que se precisarán ayudas públicas hasta que el sector sea rentable.