Según informó la Policía Nacional, las mujeres llegaban a España procedentes de Brasil y del este de Europa. Una vez aquí, los responsables de la red imponían a estas mujeres una "deuda" de 8.000 euros, que debían saldar trabajando en clubes de alterne de Salamanca y de Portugal.

En el marco de la operación se han registrado clubes de la localidad salmantina de Fuentes de Oñoro y de Portugal. En dichos registros se intervinieron un arma simulada con cuatro bombonas de gas comprimido, una defensa eléctrica y cuatro sprays antiagresión.

La denuncia de tres mujeres que fueron desplazadas desde Brasil por los miembros de la red dio comienzo a las pesquisas. Los investigadores españoles averiguaron que los responsables del grupo desarrollaban también parte de sus actividades en Portugal, por lo que contactaron con los agentes lusos a través de los mecanismos de cooperación policial internacional.

La rama española de la red se encontraba asentada en Fuentes de Oñoro, donde contaba con dos clubes para la explotación sexual. Además, el grupo tenía numerosos contactos en Brasil y Rumanía que facilitaban la captación de las víctimas, en su mayoría procedentes de dicho país sudamericano y del este de Europa.