“So pretexto de la dignidad, mujeres y niñas siguen siendo fusiladas, apedreadas, quemadas, enterradas vivas, estranguladas, asfixiadas o apuñaladas hasta la muerte con una frecuencia escandalosa”, agregó.

“Las razones para estos asesinatos incluyen desde la consideración de que una mujer ha violado las normas de la familia o la comunidad con su conducta sexual, hasta la expresión del simple deseo de escoger un marido de su elección, querer el divorcio o reclamar una herencia", explicó Pillay.

La Alta Comisionada lamentó además que “en algunos países, los sistemas jurídicos exoneran parcial o totalmente a los culpables”. “Ello agrava el problema”, señaló, y recordó a los Estados “su responsabilidad de defender los derechos de la mujer y garantizar la no discriminación”.