“No nacimos para ser una fuerza testimonial. Me he dado cuenta de que hemos aprendido mucho, de que tenemos más amigos, de que estamos preparados para encabezar un Gobierno y encabezar una nueva Transición. Hemos llegado al final de la campaña con posibilidades de ganar”, argumentó para defender que mientras el resto de partidos están “nerviosos”, “a nosotros se nos ve frescos”.

En un mitin pronunciado ante más de 9.000 personas en La Fonteta de Valencia y en el que estuvo acompañado de buena parte de la plana mayor de su partido, aseguró que ahora “tiene que haber sonrisas de complicidad que pueden dar una lección a los poderosos”.

Aseguró que, aunque no sea creyente, le gusta la Navidad, por lo que pidió a los ciudadanos que se imaginen una Nochebuena en la que los villancicos y las risas tengan que ver con el cambio que espera producir en las urnas este domingo.