20-D. Rivera y sus militantes vascos se miran mutuamente en el espejo

BILBAO
SERVIMEDIA

El primer mitin del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, en el País Vasco, se convirtió en un juego de espejos en el que el líder de la formación reconoció el ejemplo de los demócratas que lucharon contra ETA y a la vez les trasladó el ejemplo de su éxito en Cataluña sin adecuar el mensaje para abrir la esperanza de una implantación similar en Euskadi.

Para el acto de campaña en Bilbao se escogió de nuevo un recinto de pequeñas dimensiones y poco dado a la exhibición de euforias y banderas: uno de los salones del hotel Barceló Nervión de Bilbao. Las complicidades con el auditorio se buscaron de otra manera, con alusiones al pasado trágico e intentos de esbozar un futuro esperanzador.

El primer guiño estuvo en el telonero, que no fue un candidato local sino el ex eurodiputado de UPyD Fernando Maura, uno de los lugartenientes de Jaime Mayor Oreja en el PP vasco y que se pasó a la formación de Rosa Díez, otra firme adversaria de ETA y la contemporización con su entorno, en 2007. Ahora es el número 6 de la lista de Ciudadanos por Madrid a las elecciones del domingo.

Maura evocó el espíritu de Ermua y cómo el PNV reaccionó a él firmando el Pacto de Estella con Batasuna y promoviendo el Plan Ibarretxe, para perder las elecciones frente a la suma del PSE y PP en las elecciones de 2009, a su juicio un ejemplo de rebelión democrática contra el nacionalismo. Exactamente lo que supuso el origen de Ciudadanos en Cataluña.

"VASCOS VALIENTES"

Rivera también trufó su discurso habitual de numerosos homenajes a los “vascos valientes” que se rebelaron contra ETA sin salirse de la ley ni caer en la venganza, y que ahora podrían considerar a Ciudadanos una opción de voto.

Él ensalzó el valor de defender la unión, la libertad y la igualdad en al País Vasco, no siempre reconocido, dijo, en el resto de España. “Los héroes anónimos de la nación”, los llamó él, recibiendo el aplauso de los asistentes.

El líder de Ciudadanos no perdió la ocasión de mencionar algunos de los puntos de su programa que afectan más de lleno al País Vasco, como su propuesta de armonización fiscal que, en línea con lo que marca la europea, acabaría con el concierto económico. Y tampoco de atacar a Podemos por su alianza con Bildu en la lista del Senado por Navarra.

Pero los mensajes que más ovaciones recibieron del público fueron de esta índole de destino compartido entre Ciudadanos en Cataluña y los constitucionalistas del País Vasco. Por ejemplo, cuando, ya al final de su intervención, adapto a esta comunidad sus lemas recurrentes de que “el último pueblo de Cataluña es tan español como el paseo de la Castellana” y “no hay nada más español que ser de Ciudadanos en Cataluña”.

Recíprocamente, Rivera expuso a los asistentes el éxito de la formación en Cataluña como ejemplo de que podría ocurrir lo mismo en el País Vasco, sin renunciar a los principios que defiende en toda España. Con ese ejemplo, auguró que, aprovechando la “decadencia” del PP y el PSOE en todo el país, Ciudadanos podría ocupar ese hueco también en esta comunidad, para trabajar por un nuevo Gobierno constitucionalista como el de Patxi López.

De momento, el CIS no le adjudica al partido ningún escaño por las circunscripciones vascas. Tal vez por ello, o por la seriedad del recinto, los simpatizantes bilbaínos de C's no se arrancaron esta vez a entonar el tradicional "Yo soy español, español, español" que suelen corear los militantes de esta formación en eventos más festivos.

(SERVIMEDIA)
16 Dic 2015
KRT/gja