Lo dijo ante las 3.000 personas que llenaron el Palexco de A Coruña en el que también intervinieron el presidente de la Xunta de Galicia y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; el candidato número uno al Congreso por la provincia, Miguel Lorenzo; y el presidente provincial, Carlos Negreira.

“Yo me encuentro estupendamente, estoy en un gran momento, me encuentro mucho mejor que hace cuatro años, más convencido de las posibilidades de mi país, con más ilusión y con más fuerza y necesito que me apoyéis para ganar las elecciones del domingo”, pidió el cabeza de lista del PP en un tono contundente pero, a la vez, cercano.

El candidato del PP, sin gafas tras el puñetazo que recibió en un paseo por las calles de Pontevedra, evitó hablar directamente del resto de candidatos como hace en otros mítines. “No voy a hablar de nuestros adversarios políticos, ya se han dicho muchas cosas en la tarde, me aburre profundamente”, afirmó ante el aplauso del auditorio.

Sin embargo, Rajoy aseguró que le “hace gracia escuchar a algunos que hablan como si gobernar fuera ir a tomar un café”. “En tiempos de penurias es mucho más difícil y hay que tener serenidad, equilibrio y determinación cuando hay que tenerla y tomar las decisiones que importen al interés general de todos”, afirmó.

"ESPAÑA OSCURA Y TÉTRICA"

El presidente del Gobierno defendió que “España necesita ahora objetivos claros” y “no sólo cuando se gobierna sino en cualquier faceta de la vida hay que tener objetivos claros”. “Si no es complicado que llegues a parte alguna”, dijo para advertir de que es más probable que “acabes mareado”.

“Es la sensación que tengo de personas que se dedican a esta noble actividad que es la política”, afirmó. En tono rotundo, defendió que está “en profundo desacuerdo” y que le parece “profundamente injusto no con ninguna persona concreta y determinada” que las fuerzas de la oposición “pinten una España negra, oscura y tétrica”.

El jefe del Ejecutivo aseguró, a este respecto, que no está “dispuesto a que se dé una imagen de España que nada tiene que ver con la realidad”. “Hay muchos problemas y trabajamos para arreglarlos pero éste es un gran país”, afirmó.

"El nuestro es un gran país y una gran nación le pese a quien le pese y ahora se trata de mejorarlo", reclamó tras reconocer que oye "cosas" de sus adversarios que le "ponen los pelos de punta".