Gallardón hace estas consideraciones en un artículo titulado "Exposición de motivos" con el que inaugura su nuevo espacio en la blogosfera creada por el Partido Popular para comunicarse con los ciudadanos y desde la que contribuir al cambio político en España.

A su juicio, el PP debe ocupar el centro "en clave de realismo político porque nuestro país nos necesita y no podemos conformarnos con movilizar una única parte de la sociedad, perpetuando ad infinitum esta trampa de espejos enfrentados en que han tratado de inmovilizar a España".

Gallardón asegura que si el centro "gobernara la economía española hoy no destruiría empleo, y porque en todo caso habría cerrado ya un acuerdo útil y sincero" para sacar al país de la crisis "antes de que vaya a más".

El alcalde sostiene que en el centro "surgen de modo natural los liderazgos desde los cuales se puede convocar legítimamente a toda la sociedad a cerrar heridas, a reconocernos de nuevo como ciudadanos de un gran país y a trabajar en una misma dirección para superar los problemas".

MADRID, COMO EJEMPLO

El primer edil de la capital ha elegido "De Madrid al centro" como nombre para su blog con el fin de resaltar que "el centro es el lugar que está más cerca de todos los puntos y desde él se comprenden mejor las inquietudes del conjunto de la sociedad".

Incluso, pone a la ciudad como ejemplo de centrismo no sólo geográfico, pues considera que el tiempo ha demostrado que este espacio ideológico es "la opción más eficaz para gestionar lo público y para construir además un amplio capital político identificado con el progreso económico y el compromiso social".

Gallardón recuerda que el centro político "es un ámbito muy familiar para el Partido Popular, que creció en la Transición mientras dialogaba con las demás opciones políticas, para refundarse después, en el mundo postideológico posterior al muro de Berlín, pudiendo así alcanzar el Gobierno desde el centro".

Aduce que "España ha brillado y prosperado cuando la han gobernado la moderación y el sentido práctico, en tiempos de Suárez, de Calvo Sotelo, de Aznar, y a veces, como al incorporarnos a las instituciones occidentales, también de González, y porque tristemente ha abandonado esa senda de éxito en el momento en que una radicalidad ideológica ayuna de otro programa ha intentado dividir a los españoles".

A su juicio, el centro "reúne el reconocimiento suficiente de los españoles para superar el mayor riesgo que corre nuestra sociedad (la desafección progresiva del ciudadano hacia la política y las instituciones) y porque una democracia ganada con tanto trabajo como la nuestra no puede ceder espacio al populismo".