“Desde el minuto uno se vio la tensión; fue dificilísimo de moderar y se hizo lo que se pudo”, confesó hoy a Servimedia Campo Vidal. Según el periodista, el momento más tenso que vivió en las dos horas de debate “fue sin duda” cuando Pedro Sánchez le dijo a su contrincante que no era una "persona decente". “Ahí se disparó la tensión al máximo”, reconoció.

Campo dijo que él “pitó falta desde el primer momento para avisar” de la necesidad de dejar escuchar al oponente, pero el nivel de confrontación era muy elevado “y prueba de ello son los varios intentos de pasar a hablar del tema de Cataluña”.

Tras las informaciones publicadas de que en el PP hay malestar con él por permitir al líder del PSOE emplearse en el tono y en los términos en los que lo hizo contra Rajoy, el periodista oscense asegura: “Nadie del PP me ha llamado para quejarse”.

“Yo ya contaba con que en esto se echa la culpa al árbitro y que en esta tarea de moderador sí que pagas un 21% de IVA”, bromeó Campo Vidal. "Hay que aguantarse".

Sobre si cambiaría algo de la articulación del debate elegida en esta ocasión, por ejemplo, volver a tasar más los tiempos o cerrar más los temas a discusión, cree que “ahora es el momento de digerir lo hecho y de ser autocrítico sin llegar al masoquismo”, pero tiene claro “que ante los que decían que el 'cara a cara' es un formato encorsetado, este debate lo desmiente; si esto es encorsetado, no sé qué sería sin corsé”.

Campo Vidal se queda con que al final “los dos candidatos se saludaron; no es verdad que no lo hicieron como se ha publicado. Sánchez tomó la iniciativa y Rajoy fue muy cortés”.

Y con la audiencia cosechada, el quinto cara a cara más visto, mantiene que "lo vieron 9,7 millones por televisión, pero ahora se recurre más a otras formas de comunicación, como Internet”. “En cualquier caso, son diez millones de personas dispuestas a ver este tipo de debates”, subrayó Campo Vidal.