El paseo, que se extendió durante unos 20 minutos entre el Palacio del Infantado y la plaza Santo Domingo, tuvo varias interrupciones en las que Rivera se paró a hablar con simpatizantes pero también con activistas en principio no cercanos a las posiciones de Ciudadanos.

El primero fue un sindicalista de UGT de la empresa XPO de logística de Inditex, que está en huelga. Rivera se interesó por su situación al inicio del paseo, junto al Palacio del Infantado.

Otra parada se produjo cuando un miembro de una de las asociaciones de víctimas del accidente del Alvia en Santiago le pidió que apoyara su causa cuando Ciudadanos entre en el Congreso de los Diputados. El líder de C's le prometió una reunión.

Sin embargo, el encuentro más controvertido tuvo lugar cuando un joven le reprochó a Rivera su propuesta de contrato único indefinido, que a su entender supondrá flexibilizar aún más el mercado laboral al servicio de los empresarios. Como de costumbre, el presidente de C's le contestó que era todo lo contrario, que la intención es dar más estabilidad a los jóvenes.

Al insistir su interlocutor, Rivera dio por hecho que no iba a convencer ni al PSOE ni a Podemos, pero que aquél no tenía "ni idea" de cuál es la propuesta de Ciudadanos. El chico le contestó que ya se vería cuáles son las medidas económicas de C's, "cuando pacte con el PP", lo que fue jaleado irónicamente por Rivera y los militantes que le rodeaban al entender que con esa suposición se había descubierto como seguidor del PSOE o Podemos.

Una mesa de simpatizantes de este último partido instalada en plena calle fue la última escala del paseo matinal de Rivera por Guadalajara, ya a punto de embocar en la plaza Santo Domingo. Rivera quiso pararse para desearles suerte y que "todo vaya bien".

En la plaza, donde el líder de C's realizó declaraciones a la prensa en vez de pronunciar un mitin, ya sólo fueron caras amigas las que se le acercaron, le vitorearon como "presidente" y quisieron fotografiarse con él.