20-D. Rivera apela al caso de Obama para desdeñar el miedo a lo nuevo
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, recordó este domingo el caso del presidente de EEUU, Barack Obama, para demostrar que no hay que tener miedo a lo nuevo, en un discurso en el que citó a Gandhi, parafraseó a Martin Luther King y terminó urgiendo a sus oyentes a que movilicen el voto a familiares y amigos porque “esta ilusión no puede quedarse a las puertas del éxito: tenemos que conseguir la victoria”.
Lo hizo en el acto central de campaña en el Palacio de Vistalegre, donde llenó el graderío habitualmente reservado a mítines aunque distribuyendo estratégicamente las sillas en la pista para disimular que ahí se había optado por situar a poca gente. En total, la organización del partido presumía de haber logrado 10.000 espectadores, entre ellos 2.500 provenientes de fuera de Madrid, que llegaron en 50 autobuses con 50 pasajeros de media.
Rivera inició su discurso con un repaso histórico por la Constitución de Cádiz; por una Transición “ejemplar”, en la que el expresidente Suárez supo sentar en la mesa a los distintos bandos; y por los proyectos comunes para España de la UCD, un PSOE que entonces “tenía rumbo” y el PP de José María Aznar con su modernización económica.
Desde entonces sólo ha habido, dijo en la línea en que Ciudadanos viene justificando su apuesta nacional, proyectos de partido y “rojos contra azules”, y por eso se mostró convencido de que muchos exvotantes de esos proyectos son ya “naranjas”. Eso sí, puntualizó con un punto de sorna, él gobernará para todos, también para “los votantes que le queden al PSOE”.
A continuación, Rivera parafraseó el célebre “sueño” de Martin Luther King, en el que fue enumerando en tono vehemente las diversas mejoras con que sueña para España: un país sin ciudadanos de primera y de segunda, sin discriminación por hablar una lengua, sin que los políticos generen división, etc. También citó a Gandhi, aproximadamente, cuando dijo que a uno primero lo ignoran, luego lo desprecian, luego lo combaten y finalmente triunfa.
El líder de C’s enardeció a los espectadores cuando afirmó que, igual que el partido consiguió convertir el cinturón rojo de Barcelona en cinturón naranja, por el color de Ciudadanos, hoy había hecho lo propio con el Palacio de Vistalegre, escenario de mítines históricos del PSOE, y el domingo, en las elecciones, logrará que Madrid y España sean también naranjas.
LA "CONJURA DE VISTALEGRE"
A petición de Rivera, los militantes se cogieron las manos en una “conjura” para conseguir el Goierno análoga a la autodenominada “conjura del Goya” por el nombre del teatro madrileño donde en octubre de 2013 se presentó el Movimiento Ciudadano, embrión de la expansión nacional del partido.
“Nacimos en la calle, en internet, con un manifiesto, y en Cataluña, donde no era fácil defender la unidad, la igualdad y la libertad frente a las imposiciones identitarias”, recordó después, afirmando que en estos 10 años ya se ha hecho algunas heridas, y se le quebró la voz de emoción por un momento cuando aconsejó a sus adversarios que, si querían disuadirle, lo intentaran con una palabra distinta a “imposible”.
Rivera recordó a los dos policías españoles asesinados en Kabul, por quienes el acto se inició con un minuto de silencio, y prometió “un gobierno a la altura de nuestros héroes”. Distanciándose de las promesas de “paguitas con vuestro propio dinero” que recriminó a Podemos, él dijo que sólo prometía “honradez, responsabilidad, y un gobierno de los mejores”.
El líder de C’s rechazó que las propuestas de su programa sean “ocurrencias”, como tratan de presentarlas otros partidos, y recordó que ya están en vigor en “los mejores países del mundo”, pero, en cualquier caso, y retomando otros de los leitmotivs de la campaña, se mostró orgulloso de no tener experiencia en malas prácticas políticas y llamó a no tener miedo al cambio, sino precisamente a que el país se resigne y no cambie.
En ese momento, subrayó que “la ilusión venció al miedo cuando ganó Obama” y terminó arengando que “es la hora del cambio”, que “no podemos aguantar más”, por lo que urgió a “que nadie se quede en casa, que no nos arrepintamos el día 21 de que por muy pocos votos sigan los mismos”, porque “esta ilusión no puede quedarse a las puertas del éxito: tenemos que conseguir la victoria”.
(SERVIMEDIA)
13 Dic 2015
KRT/pai