En declaraciones realizadas a periodistas españoles en el centro de convenciones de La Bourget, al noreste de París, Tejerina indicó que el acuerdo supondría “un cambio absolutamente radical en la lucha contra el cambio climático” y que da “un salto cuantitativo y cuantitativo” respecto al Protocolo de Kioto.

Tejerina recalcó el carácter “tremendamente ambicioso” del texto porque el objetivo de limitar a 2ºC el aumento de la temperatura media del planeta respecto a la era preindustrial “no estaba encima de la mesa”, si bien añadió que el documento recoge la “voluntad” de que ese incremento térmico se sitúe por debajo de 1,5ºC.

Además, destacó que el texto es “universal” porque compromete a todos los países a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y a participar en la financiación climática “en la medida de su financiación”, y “dinámico” porque cada cinco años habrá revisiones de las contribuciones nacionales en la lucha contra el calentamiento global.

Añadió que el acuerdo también es “duradero” en el sentido de que “no tiene fin”, así como “jurídicamente vinculante”, y compromete a los países desarrollados a movilizar 100.000 millones de dólares (unos 91.000 millones de euros) cada año a partir de 2020.

Por último, Tejerina destacó que la UE “ha liderado las negociaciones” en la Cumbre del Clima encabezada por el comisario de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, quien “ha mediado” y “ha buscado puntos de equilibrio” para alcanzar un consenso final.