La Cumbre del Clima se encamina a pactar un acuerdo de mínimos

- Con el objetivo de que el planeta se caliente “muy por debajo de 2ºC” o 1,5ºC más respecto a la era preindustrial

- Los países llegarán al pico de emisiones “tan pronto como sea posible” y pospone a 2023 la primera revisión de las contribuciones nacionales

PARÍS
SERVIMEDIA

La Cumbre del Clima de París (conocida como COP21) se dirige a cerrar un acuerdo de mínimos después de que este jueves se diera a conocer un último borrador del texto con muy pocas opciones aún por dilucidar, antes de que previsiblemente mañana, viernes, se conozca la versión definitiva, y habiendo despejado la mayoría de las principales incógnitas de forma ambigua para contentar a los países más reacios en la reducción de gases de efecto invernadero.

Después de que este miércoles se conociera una versión más reducida del Acuerdo de París, las delegaciones nacionales mantuvieron reuniones maratonianas para pulir las numerosas opciones que continuaban abiertas. Con dos horas de retraso sobre lo inicialmente previsto, el presidente de la COP21, Laurent Fabius, abrió hoy la quinta reunión del Comité de París pasadas las 21.00 horas, donde agradeció el compromiso de los países por ceder en sus pretensiones máximas.

“El compromiso implica necesariamente renunciar a lo que sería ideal para nosotros”, destacó, antes de indicar que confía en presentar este viernes el texto definitivo del Acuerdo de París.

En el apartado de ambición, el documento fija como finalidad “mantener el aumento de la temperatura media global a muy por debajo de 2ºC por encima de los niveles preindustriales y continuar los esfuerzos para limitar el aumento de temperatura a 1,5ºC”, lo que “reduciría significativamente los riesgos e impactos del cambio climático”.

Para ello, el borrador mantiene la fórmula de “responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas”, es decir, los países desarrollados deben hacer más esfueros en combatir el calentamiento global por sus emisiones históricas y apoyar a las naciones en desarrollo con financiación y transferencia de tecnología y de capacidades.

Respecto a la mitigación, los países alcanzarían el pico de emisiones de gases de efecto invernadero “tan pronto como sea posible” para llegar a la “neutralidad” (que la diferencia sea cero entre las emisiones expulsadas y las capturadas por bosques y océanos, por ejemplo) en la segunda mitad del siglo sobre la base de la ciencia y en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, esto es, el texto renuncia a la descarbonización, lo que supondría 'olvidar' los combustibles fósiles.

FINANCIACIÓN

El proyecto de acuerdo pospone a 2023 la primera revisión de las contribuciones climáticas de los países, que se harían cada cinco años, a pesar de que China intentó bloquear este aspecto porque no quería comprometerse hasta 2030, año en el que ha prometido que alcanzará su pico de emisiones.

En cuanto a la financiación, uno de los aspectos más espinosos de las negociaciones, el borrador indica que los países desarrollados deberían aportar un mínimo de 100.000 millones de dólares (91.400 millones de euros) al año a partir de 2020 para que las naciones más vulnerables se adapten al cambio climático.

Por lo demás, el Acuerdo de París se encamina a que los compromisos nacionales de reducción de emisiones de gases contaminantes no sean jurídicamente vinculantes, lo que permite a Estados Unidos no tener que someter el texto en el Senado, donde la mayoría republicana lo rechazaría, y recoge una fórmula más discreta, en el sentido de que cada país “deberá preparar, comunicar y mantener” sucesivos planes climáticos y tomará las medidas nacionales necesarias para ello, y que cada compromiso posterior debe reflejar “la mayor ambición posible”.

(SERVIMEDIA)
10 Dic 2015
MGR/caa/pai