"A la CNMV le dan la información, ve lo que sucede, supervisa y analiza si hay cuestiones que pueden afectar al funcionamiento del mercado”, explicó el ministro en una entrevista con las agencias de prensa españolas.

Por ello, se mostró tajante e insistió en que la CNMV “no está metida en la cocina de todas las empresas en España” y que lo que el Gobierno puede hacer “y ya ha hecho”, es modificar la normativa de gobierno corporativo y auditoría.

En ese sentido, el ministro se preguntó si una empresa de auditoría que lleva 30 años analizando las cuentas de una misma empresa puede ser realmente independiente de la misma. Además, recordó que el auditor de Abengoa en septiembre ya puso en cuestión la viabilidad del negocio.

Para el responsable de Economía en el caso de Abengoa “estamos todos de acuerdo en que “ha sido una equivocación de los gestores por el elevado apalancamiento”. “El problema ya no es sólo la deuda global que es altísima, el problema es la evolución de los recursos propios de una empresa muy, muy apalancada”, explicó.

A pesar de ello, De Guindos se mostró convencido de que el “99% de los negocios de Abengoa son perfectamente viables” pero se tomaron decisiones por parte de los anteriores gestores de la compañía “que no eran las acertadas”.

Tras recordar que la exposición de la banca española en la compañía energética es de unos 3.500 millones de euros, el ministro dijo que las opciones son la búsqueda de un nuevo socio que entrase en la compañía o iniciar un proceso importante de reestructuración y refinanciación de la “elevada” deuda.

“En este caso ha fallado lo que falla siempre, los gestores que se han equivocado en sus decisiones y hoy eso es evidente”, señaló el responsable de la cartera de economía en la citada entrevista a la que acudió Servimedia.

Por ello, el ministro de Economía afirmó que cuando hay problemas de confianza en una compañía lo más importante es actuar con transparencia.

En esta línea, dijo que por eso es “importante” que los acreedores conozcan la situación real de la compañía para poder tomar sus decisiones. “Más importante que el capital y la solvencia es la transparencia”, señaló el ministro.