Más de la mitad de los países afectados por malaria han reducido los casos un 75% en 15 años
- Según un informe de la OMS que insta a los gobiernos a triplicar las inversiones para combatir el paludismo
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Un total de 57 países de los 106 afectados por la malaria en el año 2000 han conseguido reducir en 2015 el número de casos nuevos en al menos un 75%, según revela el último informe sobre paludismo publicado este miércoles por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El trabajo, titulado ‘Informe Mundial sobre el Paludismo 2015’, afirma también que en el periodo analizado, 2000-2015, otros 18 países han logrado descensos de entre un 50% y un75%.
Y si la incidencia baja, también lo hace la mortalidad, como observa Margaret Chan, directora general de la OMS, quien declara que “desde el comienzo de este siglo, las inversiones en prevención y tratamiento del paludismo han evitado más de seis millones de muertes”.
“Sabemos qué medidas son eficaces. El reto ahora está en intensificar aún más nuestros esfuerzos”, prosigue la responsable de la Organización Mundial de la Salud, entidad que recuerda que no debe bajarse la guardia, ya que “aún queda mucho por hacer” y que deberían triplicarse las inversiones para mejorar aún más la situación.
Por primera vez desde que la Organización Mundial de la Salud comenzó a llevar un registro, la Región de Europa ha notificado cero casos indígenas de paludismo, un logro posible “gracias al fuerte liderazgo del que han hecho gala los países, el apoyo técnico prestado por la OMS y la ayuda financiera aportada por el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria”.
El informe señala también que desde el año 2000, las tasas de mortalidad por paludismo han descendido un 72% en la Región de las Américas, un 65% en el Pacífico occidental y un 64% en el Mediterráneo oriental.
África, pese a seguir soportando la carga de paludismo más elevada, también ha registrado “notables avances”: en los últimos 15 años, las tasas de mortalidad han disminuido un 66% en el conjunto de la población y un 71% en los menores de cinco años, particularmente vulnerables a esta enfermedad.
A nivel de los países y las regiones, dice la OMS, los avances en la lucha contra la malaria se reflejan en las tendencias mundiales de esta enfermedad. Desde el año 2000, las tasas de incidencia y de mortalidad han disminuido un 37% y un 60%, respectivamente, en términos mundiales. En los menores de cinco años, las defunciones han bajado un 65% y se estima que en el mismo periodo se han evitado unos 6,2 millones de muertes.
Según el informe, se ha cumplido la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que prevé detener y comenzar a reducir la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves entre 2000 y 2015. También se han realizado importantes progresos hacia la consecución del objetivo de la Asamblea Mundial de la Salud de bajar la carga mundial de paludismo en un 75% para 2015.
Pero, advierte la OMS, “pese a estos avances, quedan retos importantes por afrontar”, ya que a nivel mundial, unos 3.200 millones de personas —casi la mitad de la población del planeta— están en riesgo de contraer el paludismo y se calcula que en 2015 se produjeron unos 214 millones de casos nuevos y unas 438 000 muertes.
Apenas 15 países, la mayoría de ellos pertenecientes al continente africano, acaparan la mayoría de los casos nuevos (un 80%) y de las muertes (un 78%) que se registran en el mundo. Según el informe de la OMS, en estos países con alta carga de morbilidad el ritmo medio de descenso de la incidencia del paludismo (un 32%) ha sido más lento que el observado a nivel mundial en los demás países (un 53%). En muchos de ellos, un importante escollo para el logro de progresos en materia de control del paludismo es la debilidad de los sistemas de salud.
Además, añade el trabajo, sigue habiendo millones de personas sin acceso a los servicios necesarios para prevenir y tratar esta enfermedad. En 2014 aproximadamente una tercera parte de la población del África subsahariana en situación de riesgo vivía en hogares carentes de la protección brindada por los mosquiteros o la fumigación con insecticidas de acción residual.
Para seguir luchando contra este problema, la Asamblea Mundial de la Salud adoptó en mayo de 2015 la Estrategia Técnica Mundial contra la Malaria 2016-2030, que proporciona un nuevo marco de 15 años de duración para aplicar medidas de control en todos los países endémicos. La estrategia “establece una serie de objetivos ambiciosos pero alcanzables” para el año 2030, consistentes, entre otras cosas, en reducir las tasas mundiales de incidencia y mortalidad en al menos un 90%; eliminar el paludismo en 35 países como mínimo; y prevenir posibles rebrotes en todos los países libres de paludismo.
La consecución de estos, finaliza la OMS, “objetivos requerirá un importante liderazgo por parte de los países, un compromiso político sostenido y una triplicación de las inversiones para el control del paludismo”.
(SERVIMEDIA)
09 Dic 2015
IGA/caa