Según informó el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el objetivo es reforzar el conjunto de reglas existentes para los mensajes publicitarios dirigidos a menores para evitar, entre otras cuestiones, generar confusión entre los niños.

Entre los puntos acordados destacan que en la publicidad infantil de juguetes será necesario presentar los productos con una referencia clara y directa a su tamaño real; que sólo se podrá hablar de “novedad” si existe una “innovación relevante en el producto”; y que la comunicación comercial de juguetes debe evitar las escenas, imágenes o mensajes que alienten el uso peligroso o inadecuado del producto anunciado y no “incitar a los niños a entrar en lugares extraños o conversar con desconocidos”.

Asimismo, hay novedades en el apartado de la publicidad por Internet, donde los anuncios quedarán regulados por los mismos principios que la publicidad en general, y no se podrán procesar los datos de menores de 14 años sin consentimiento de sus padres.

Además, las páginas de las empresas y productos de juguetes no deben ofrecer la posibilidad a los niños de que compren un producto en esa misma web.

El acuerdo “actualiza y refuerza” el vigente Código de Autorregulación de la Publicidad Infantil de Juguetes (Capij), que regula la publicidad destinada al público compuesto por menores de 15 años.