Para Barrena, la UE "hace así el juego a las multinacionales" y muestra "favoritismo" hacia el país norteamericano, "ya que da luz verde a la comercialización de variedades transgénicas que son producidas en este país".

En su opinión, estos cultivos suponen "una grave amenaza para la salud, para el medio ambiente y para la soberanía y seguridad alimentaria del mundo".

Por ello, y ante la intención de la Comisión Europea de "proponer en verano un cambio en la legislación sobre transgénicos para dar a los países más libertad", Izquierda Unida reclama informes y estudios científicos "rigurosos e independientes".

Para IU, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria encargada de realizar los dictámenes científicos "no es neutral".