Tráfico. El 55% de los conductores se desahoga con otro tras ser molestado al volante

MADRID
SERVIMEDIA

El 55% de los conductores europeos asegura que cuando otro provoca su enfado o irritación al volante es más probable que responda desahogándose al cabo de un tiempo con otro automovilista, según un estudio de Goodyear y la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres.

El estudio, basado en una encuesta a cerca de 9.000 conductores de 15 países europeos y hecho público este jueves, indica que el comportamiento al volante suele provocar una reacción en cadena en los demás usuarios de las carreteras.

Así, el 87% de los conductores señala que la amabilidad de una persona al volante puede inducirles a ser cordiales a su vez con otro conductor con el que se crucen durante el mismo trayecto y más de la mitad paga con otro conductor su enfado tras ser molestado, de manera que una muestra de amabilidad o un acto agresivo pueden provocar un efecto dominó hacia una situación cómoda y segura o agobiante y peligrosa.

Chris Tennant, de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres y responsable de la investigación, señaló que, “dejando de lado factores como las condiciones climatológicas o la fatiga, los conductores que nos rodean crean un contexto fundamental, al que vamos respondiendo según avanza nuestro trayecto”.

“Al compartir el espacio de la carretera con los demás, los conductores suelen aplicar la lógica de la reciprocidad. Sin embargo, como se producen muchas interacciones en muy poco tiempo, esta reciprocidad a menudo se vuelve indirecta: nuestra respuesta se dirige a un conductor diferente del que la provocó. Esto provoca en la carretera una reacción en cadena”, explicó.

DETENER "LA REACCIÓN EN CADENA"

Cuando se les enseñaron vídeos de interacciones en la carretera, la mayor parte de los conductores encuestados coincidieron en la importancia que tienen gestos como dar las gracias, algo que negó sólo un 10% de ellos.

En las entrevistas, los conductores no tuvieron problemas en reconocer que, cuando otro no les da las gracias, es más probable que en el siguiente cruce muestren menos amabilidad.

El estudio definió una amplia gama de conductas que fomentan el antagonismo: estrategias para colarse en incorporaciones con tráfico denso, no respetar la distancia de seguridad, el uso incorrecto de los intermitentes o no mantenerse en el carril correspondiente en la autopista. Los encuestados reconocieron que ellos mismos se comportan de esta manera, muchas veces sin darse cuenta, lo que puede desencadenar un efecto dominó de interacciones negativas.

“La carretera no suele percibirse como un lugar de interacción social, especialmente uno en el que se deban respetar las buenas maneras. De hecho, nuestra investigación sobre seguridad vial demuestra que muchos conductores ven a los demás coches como máquinas anónimas y no como vehículos que llevan a un ser humano en su interior”, añadió Olivier Rousseau, vicepresidente de Neumáticos para Turismo de Goodyear para Europa, Oriente Medio y África.

Rousseau indicó que los conductores “deben recordar que su comportamiento afecta a los demás”. “Nuestro estudio sugiere que la conducta agresiva y guerrera al volante de un sólo conductor puede dar pie a una cadena de actitudes entre los demás conductores capaz de desembocar en situaciones peligrosas o incluso en un accidente al cabo de un tiempo, cuando el primer causante ya se ha marchado. Nos corresponde a todos detener esta reacción en cadena”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
03 Dic 2015
MGR/caa