La coalición centrará su campaña en su candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, que estará sobre todo en las circunscripciones en las que más posibilidades tienen de obtener representación parlamentaria: Madrid, Valencia, Asturias y algunas provincias de Andalucía, especialmente Málaga y Sevilla.

En paralelo habrá otros dos circuitos de campaña protagonizados por el coordinador general de la coalición Cayo Lara, y por la eurodiputada Marina Albiol, que junto a Garzón cubrirán la totalidad de las federaciones.

En total, la coalición celebrará unos mil actos que quiere que sean “capilares”, entrando de lleno a la ciudadanía en barrios, calles y plazas, con encuentros pequeños sin grandes despliegues pero que calen por su cercanía. La mayor parte del presupuesto de campaña se dedicará al mailing electoral, pero apenas habrá publicidad exterior y buena parte de la movilización se hará en las redes sociales.

Garzón hará bandera de su propuesta de proceso constituyente para revisar el fondo del sistema político erigido en 1978 y hacer realidad el objetivo de “nuevo país” construido desde abajo, contando con los ciudadanos. Frente a los partidos que pelean “por el centro” y que han limado sus sugerencias más polémicas, Izquierda Unida seguirá defendiendo “sin miedo” la laicidad, la república como forma de Jefatura del Estado o la nacionalización de empresas estratégicas.

En estas elecciones, sin embargo, Garzón no podrá votarse a sí mismo, ya que concurrirá en la lista al Congreso de los Diputados por Madrid pero sigue empadronado en Málaga, donde ejercerá su derecho a voto el 20 de diciembre.