Según informó este martes la Jefatura Superior de Madrid, esta banda, que también ha actuado en otras regiones españolas, desvalijaba las viviendas cuando sus dueños estaban ausentes para apropiarse fundamentalmente de joyas, que después colocaban en establecimientos de compraventa de la capital.

La investigación comenzó el pasado mes de enero, cuando la policía detectó la presencia en Madrid de esta banda, que estaba perfectamente organizada. Primero seleccionaban las viviendas, eligiendo las más aisladas y las que apenas contaban con medidas de seguridad; y después, una vez verificado que sus moradores no estaban en el domicilio, accedían a la vivienda mediante la técnica del "escalo".

Dos o tres de los integrantes de la banda entraban en la vivienda y otro se quedaba en el exterior haciendo labores de vigilancia. Para evitar ser detectados, cometían los robos cuando los propietarios no estaban en las casas, normalmente por las tardes y noches, y si eran descubiertos no dudaban en utilizar la violencia.

Su principal propósito era apoderarse de dinero en efectivo y piezas de joyería. Según la Policía, daban salida a los efectos robados mediante la remisión de paquetes a través de servicios postales, por pignoración de las piezas de joyería, o bien a través de la venta directa de las alhajas en establecimientos de compraventa de metales de la región.

Los miembros de la banda extremaban sus medidas de seguridad, tanto en la salida como en el regreso a los domicilios, usando el transporte público en sus desplazamientos para intentar pasar desapercibidos.

Los agentes tuvieron conocimiento de que los ahora detenidos pretendían abandonar Madrid y huir al extranjero, por lo que establecieron un dispositivo en la estación de Atocha, donde arrestaron a los cuatro componentes de la organización. Entre sus equipajes les fueron intervenidos numerosos efectos sustraídos.

Los detenidos actuaban tanto en localidades madrileñas como en otras regiones de la geografía española, a las que se desplazaban cuando sospechaban que podían ser detenidos por la policía. Entre los efectos intervenidos se hallaron joyas, relojes, material informático, resguardos de envío de dinero, bolsos, perfumes y gafas de reconocidas marcas.