Vuelven a pedir a Obama que se adhiera al tratado contra las minas antipersona

MADRID
SERVIMEDIA

Human Rights Watch (HRW) instó hoy al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a que su país se adhiera al Tratado de Prohibición de Minas, firmado en Ottawa (Canadá) en 1997, ratificado por 156 países y que veta la fabricación, uso y exportación de este tipo de armas.

HRW hizo esta petición a Obama el año pasado en varias ocasiones y volvió a realizarla hoy, con motivo del 11º aniversario del Tratado, que entró en vigor el 1 de marzo de 1999, sólo 15 meses después de haber sido aprobado, un tiempo récord entre los tratados internacionales modernos.

Este tratado prohíbe de forma exhaustiva todas las minas antipersonales, reclama la destrucción de minas almacenadas en cuatro años y de las que están en tierra en diez años e insta a poner en marcha amplios programas para ayudar a las víctimas.

"Las minas antipersonales ya no son vistas como un instrumento legítimo de guerra y es hora de que Estados Unidos reconozcan esa realidad con la decisión de firmar el Tratado", señaló el director de la División de Armas de HRW, Steve Goose.

Un total de 156 países son parte del Tratado de Prohibición de Minas y otros dos lo han firmado, pero no ratificado. China, Rusia y Estados Unidos están entre los 37 Estados que no se han adherido a este acuerdo internacional.

HRW recalcó que Estados Unidos y Cuba son los últimos países del hemisferio occidental que no se han adherido al Tratado, pero confió en que el Gobierno estadounidense concluya su revisión de esta política con la unión a esta norma.

Esta organización de derechos humanos destacó que en el historial de los Premios Nobel de la Paz, concedido el año pasado a Obama, figura la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona, concedido en 1997 por sus esfuerzos en lograr el Tratado firmado en Ottawa.

El Gobierno de Bill Clinton estableció en 1997 el objetivo de que Estados Unidos se adheriría al Tratado de Prohibición de Minas en 2006, pero Bush dio marcha atrás en febrero de 2004.

HRW subrayó que Estados Unidos no ha utilizado minas antipersona desde 1991 (en la primera Guerra del Golfo), no las ha exportado desde 1992, no ha producido estas armas desde 1997 y es el mayor donante en los programas de desminado en todo el mundo, pero cuenta con reservas de más de 10,4 millones de minas antipersona ante un potencial uso en el futuro.

Por último, Human Rights señaló que el comercio de estas armas ha cesado casi en su totalidad, una docena de los más de 50 países que han fabricado minas antipersona siguen manteniendo esta capacidad, unos 44 millones de minas terrestres han sido destruidas de los arsenales, grandes extensiones de tierra se han limpiado y han vuelto a ser productivas y el número de civiles muertos y heridos por estas armas ha caído drásticamente cada año.

(SERVIMEDIA)
01 Mar 2010
MGR/lmb