Rivera e Iglesias galvanizan a los universitarios de la Carlos III con dos horas de vibrante debate

MADRID
SERVIMEDIA

Los candidatos de Ciudadanos y Podemos a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera y Pablo Iglesias, protagonizaron hoy un intenso debate en el auditorio del campus de Leganés de la Universidad Carlos III, en el que el público de estudiantes se involucró con sonoros aplausos a uno y otro candidato y risas de complicidad ante las interrupciones y quejas por las mismas que se intercambiaron los protagonistas.

El debate respondió a las expectativas creadas entre los estudiantes que, según comentaron a Servimedia fuentes de la organización, hicieron cola desde las 7.30 horas para acceder al evento, cosa que no pudieron hacer muchos interesados pese a los 500 metros de cola que se registraban a pocos minutos del inicio.

Los universitarios mostraron su interés por la política desde el comienzo, cuando saludaron con ovaciones las proyecciones de discursos de Rivera e Iglesias en una pantalla, y gritos de “presidente”, sobre todo al líder de Ciudadanos, mientras prorrupieron en murmullos cuando el que aparecía era el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y en sonoros abucheos cuando se mostraba al presidente del Gobierno y candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy. Sánchez y Rajoy desoyeron la invitación al debate de la asociación Demos, organizadora del mismo

Iglesias destacó al principio y al final del debate la ausencia de los líderes de los dos partidos tradicionales, con la que incidió en que “salen perdiendo ellos” y España en general, y calificó por dos veces de “histórico” el evento, además de como síntoma de una nueva etapa política.

Rivera, que también quiso presentar la próxima legislatura como una excepcional, hizo menos sangre con la ausencia de Rajoy y Sánchez. Los dos auguraron que estamos ante una “segunda transición”.

MONÓLOGOS

El encuentro comenzó con sendas introducciones en forma de monólogo, en las que Rivera e Iglesias plantearon el enfoque general de su proyecto, y mostraron las primeras coincidencias en temas como la ley electoral, que ha de ser más proporcional, y la despolitización de la justicia.

A lo largo del debate exhibirían otras como su preocupación por el paro y la precariedad, la convicción de que hay que generar riqueza y distribuirla, la garantía de las pensiones, la lucha contra el fraude fiscal, que el Estado no debe rescatar a Abengoa, que el futuro está en las energías renovables, que la Religión no debe ser asignatura curricular y que, en cambio, hay que salvaguardar la Filosofía y las Humanidades.

Cuando el segundo bloque, sobre economía, amenazaba con convertirse en una segunda sucesión de monólogos, el moderador, el periodista de Onda Cero Carlos Alsina, llamó explícitamente al debate y sacó temas de posible conflicto.

A partir de ahí, Rivera e Iglesias comenzaron a interrumpirse, a quejarse de que el otro lo hiciera, y a protagonizar choques puntuales a cuenta de temas como los sueldos de los cargos públicos y el salario mínimo. El líder de Podemos subrayó que sus eurodiputados han devuelto dos terceras partes de su sueldo y el de Ciudadanos le acusó de “populismo” en este tema.

EDUCACIÓN

Otra colisión vino a cuenta de la educación, el tercer bloque, donde, tras coincidir en que no sobran universidades sino tasas, con la consiguiente ovación del auditorio, Iglesias acusó a Rivera de no concretar su apuesta por un pacto educativo, y pedirle que “aterrizara” proponiendo expresamente mejores condiciones para el profesorado y menos alumnos por clase.

El líder de C’s incidió sobre todo en la necesidad de vincular educación y empresa, en particular en los sectores tecnológicos, mientras Iglesias le recriminó que buscara sistemas de evaluación del profesorado externos a la Universidad, de la que él es profesor.

La diferencia de especialidades de las que vienen ambos candidatos se evidenció en el coloquio, cuando un espectador les preguntó por la desaparición de la Filosofía de las aulas y qué obra de este ámbito recomendarían. Iglesias, experto en el tema, sugirió la ‘Crítica de la razón pura’ de Immanuel Kant.

Rivera contestó que el filósofo alemán también era una autoridad en Derecho, la carrera que él estudió, pero admitió no haberle leído. Acuciado por Alsina a decir una obra, contestó que “cualquiera” de las suyas, y terminó mencionando la “Filosofía política”, que no es un libro como tal de Kant.

YIHADISMO

El mayor encontronazo entre ambos candidatos se produjo cuando se les preguntó por la forma de luchar contra el yihadismo. Iglesias criticó expresamente el pacto de Estado suscrito en febrero por el PP y el PSOE, al que Ciudadanos se ha sumado ahora junto a otros partidos, y del que ha querido distanciarse Podemos, además de IU.

Iglesias denostó a quienes se creen que “hacer política es poner su firma en un papel que no sirve para nada”, tachó de ineficientes los bombardeos en Oriente Medio y apostó por cortar el tráfico de armas a países como Arabia Saudí, del que se cuenta que sale financiación para el Estado Islámico.

Rivera defendió la imagen de unidad que han de dar los partidos en España, como en el pacto de Estado que ayudó a acabar con ETA, que, subrayó, no fue “un pacto con Bildu”, como a su juicio pretende entablar Podemos con organizaciones islámicas con su Consejo por la Paz.

El líder de Ciudadanos ironizó que entendía que Podemos no se sintiera muy a gusto en estos pactos de Estado ,dado que se presenta con Bildu a las elecciones generales en el País Vasco, un extremo que Iglesias negó con visible irritación. De hecho, este tema resultó el más polémico del debate y en el que los estudiantes partidarios de uno u otro candidato irrumpieron más a menudo con ovaciones para avalar sus mejores intervenciones.

DESPEDIDA

En el último minuto que tuvieron para despedirse, Iglesias invitó a los estudiantes a que leyeran los distintos programas electorales para que supieran diferenciar “lo que son propuestas de lo que son garantías”. Una vez leídos, les invitó a votar “en conciencia”, y concluyó: “España ya ha cambiado, ahora se trata de que cambie el Gobierno y cambie el Parlamento”.

Por su parte, Rivera dijo que, tras los avances políticos que protagonizaron las anteriores generaciones, “ahora nos toca a nosotros”. Señaló que la nueva época no la van a protagonizar las cúpulas de los partidos, sino los ciudadanos y que los dirigentes tendrán que ser “más estadistas que partidistas”.

Terminó arengando: “Ganemos el futuro, vamos a por ello, cuento con vosotros”, en una alocución que recibió una ovación bastante más prolongada que la que también mereció Iglesias.

A instancias de Alsina, ambos candidatos se comprometieron a que, si resultan ser el próximo presidente del Gobierno, volverán al auditorio de la Universidad Carlos III en Leganés a los 100 días de tomar posesión del cargo, y se someterán a todas las preguntas que quieran hacerles unos estudiantes que este viernes manifestaron un sincero entusiasmo por la política.

(SERVIMEDIA)
27 Nov 2015
KRT/gja