La compañía anunció ayer que solicitaría el preconcurso de acreedores "a la mayor brevedad" después de que Gonvarri, sociedad del grupo Gestamp, renunciase a entrar en su capital al dar por terminado el acuerdo de bases firmado el pasado 8 de noviembre por considerar "no cumplidas las condiciones a las que estaba sujeto" dicho acuerdo.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió ayer por la mañana cautelarmente la cotización de Abengoa, y el Comité Asesor Técnico (CAT) del Ibex-35 anunció por la tarde, tras una reunión extraordinaria, que Abengoa queda expulsada de este índice "con efectos del día 27 de noviembre" ante las “circunstancias especiales” que concurren sobre el valor.

Al cierre de la sesión del miércoles, las acciones de Abengoa registraron una caída del 53,85%, mientras que este jueves los títulos de la compañía sevillana iniciaron la sesión con bajadas de hasta el 25%.

Tras la solicitud del preconcurso, se abre un periodo de tres meses, prorrogable otro más, para negociar con los acreedores, entre los que destacan el Santander, HSBC y Crédit Agricole, un acuerdo de refinanciación o las adhesiones necesarias para la admisión a trámite de una propuesta anticipada de convenio con el fin de evitar entrar en concurso.

Al cierre de septiembre, la deuda neta del grupo alcanzaba los 6.290,7 millones de euros, cifra inferior a los 7.302,7 millones con los que concluyó el ejercicio 2014.

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, afirmó este jueves que la situación de Abengoa es “extremadamente delicada”, si bien espera que pueda superar la misma porque es una compañía “de relevancia”.

Soria recordó que Abengoa cuenta con unos 27.000 empleados, de los que el 75% están fuera de España, para agregar que “ha entrado en una situación muy complicada”, pues la deuda financiera asciende a 9.000 millones y debe 5.000 millones a proveedores.