Jorge Fernández Díaz citó a quienes querían unirse a ese acuerdo tras los atentados en París: Albert Rivera, de Ciudadanos; Andrés Herzog, de UPyD; Josep Sánchez Llibre, de UDC; y Arturo Aliaga, de PAR.

También estaban Cristina Coto, de Foro Asturias; Ana Oramas, de Coalición Canaria; y Carlos Salvador, de UPN, que ya habían suscrito el acuerdo aunque no estuvieron en la foto de la firma en febrero entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez. Los firmantes iniciales, PP y PSOE, estaban representados por Rafael Hernando y Antonio Hernando, respectivamente. Rafael Mayoral, de Podemos, acudió como observador sin suscribir el texto.

La idea era firmar el acuerdo y después comparecer ante la prensa. Sin embargo, esa reunión, retransmitida en directo por el Canal 24 horas de RTVE, comenzó con las reservas expuestas por Ana Oramas por el hecho de firmar ahora lo que en su día ya habían suscrito sin haber podido entonces sumarse a la firma pública, que ahora se abre a las demás formaciones.

Oramas quiso dejar clara esa precisión ante la evidente contrariedad de otros asistentes y del propio ministro, que respondió subrayando la importancia de destacar lo que une a todos los demócratas frente a la amenaza yihadista.

SÍ CON URKULLU Y NO CON MAS

A continuación tomó la palabra Josep Sánchez Llibre para afear al Gobierno el hecho de que el presidente no haya abordado esta amenaza terrorista con Artur Mas, que pese a estar en funciones sigue siendo el presidente "de todos los catalanes". Considera un “error político de cierta gravedad” que Rajoy no le haya llamado como sí hizo con el lehendakari, Iñigo Urkullu, teniendo en cuenta además que los Mossos se están “partiendo la cara” contra el yihadismo en Cataluña.

Además, Sánchez preguntó abiertamente si el Gobierno ha ofrecido expresamente la adhesión al pacto a Convergència y a ERC, porque “no se puede excluir a nadie” en una cuestión de tanta envergadura. Todo ello dejando claro desde el primer momento que su formación se suma “sin reservas” al acuerdo.

El ministro respondió que el acuerdo está “abierto a todo el que se quiera sumar” y que desde Interior “no se le cierra la puerta a nadie” siempre que sea para asumir el contenido, no para “desnaturalizarlo”. Pidió no mezclar el trabajo operativo de las fuerzas de seguridad, de las que forman parte los Mossos y la Ertzaintza, con las cuestiones de tipo “protocolario o político”.

Fernández Díaz subrayó que él ha tratado la amenaza yihadista tanto con el consejero catalán como con la consejera vasca, pero sus explicaciones no convencieron a Sánchez Llibre, que insistió en que “no estaría de más” esa conversación entre Rajoy y Mas. El ministro apuntó entonces que la conversación estaba siendo retransmitida y pidió poner de manifiesto lo que une más que reservas “secundarias”.

LA UNIDAD, LO RELEVANTE

El socialista Antonio Hernando terció inmediatamente para secundar al ministro leyendo una frase textual del pacto en la que se insta a los firmantes a mantener “la máxima unidad” y a asumir los compromisos derivados de su contenido. Eso es “lo relevante” del acto, dijo.

En esa misma línea, apuntó que para quien estuviera viendo la reunión podía resultar “incomprensible” ver a los partidos entrando en disquisiciones en las que no hay acuerdo cuando lo esencial del acto era subrayar los aspectos en los que sí hay coincidencia.

También Andrés Herzog subrayó la relevancia de esa unidad y aprovechó para pedir garantías de continuidad en la comisión del pacto y reiterar su petición de que se incluyan algunos aspectos, como la protección a las víctimas españolas en atentados fuera de las fronteras.

El ministro apuntó que ya se ha aprobado una dotación específica de diez millones de euros para esos objetivos planteados por UPyD, y garantizó la continuidad del pacto, ya que en la próxima legislatura habrá que seguir desarrollando sus previsiones.

Albert Rivera recordó también que desde el principio ha habido discrepancias, también por parte de Ciudadanos, pero "ya habrá tiempo" de abordarlas porque lo relevante este día es subrayar la unidad en lo esencial contra el terrorismo yihadista.

PODEMOS ESTARÁ EN EL "DIÁLOGO"

Mayoral subrayó que el terrorismo yihadista es un problema “poliédrico” que hay que abordar desde muchos frentes, y pidió que el pacto se abra también a las organizaciones sociales. Dejó claro que Podemos no comparte la metodología pero asistirá a cualquier “espacio de diálogo” en el que se aborde esta cuestión.

Pidió “reconsiderar” la reforma de la jurisdicción universal por entender que dificulta la lucha global contra el terrorismo internacional, así como la actual redacción de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para mejorar la investigación. También alertó de la necesidad de atajar la financiación de esos grupos desde paraísos fiscales mediante el comercio de armas o la venta de petróleo.

EXPERIENCIA DE ESPAÑA

Los representantes de Foro y de UPN subrayaron la unidad sobre las discrepancias y pusieron de relevancia la experiencia de España, y particularmente en Navarra, contra el terrorismo de ETA. El ministro recogió ese guante para insistir en que en esa lucha “no sobra nadie”. “Cuantos más seamos y más estemos en esta mesa, mejor para los demócratas, la libertad y la seguridad”, ya que la amenaza es global. “No tendría sentido que si a nivel internacional estamos unidos no lo estemos a nivel nacional”, alertó.

El ministro destacó la unidad que aportó el Pacto de Ajuria Enea contra ETA y la experiencia adquirida después de haber sufrido también los atentados del 11 de marzo de 2004, con los que los españoles “hemos tenido que hacer de la necesidad virtud” y debido a ello España es reconocida por su forma de luchar contra el terrorismo.