El informe de Eurostat indica que España ingresó 19.220 millones de euros en impuestos ambientales en 2013, lo que supone un 5,7% del total de las contribuciones sociales, en comparación con los 16.114 millones y un 6,1% de 2003.

El país con mayor proporción relativa de ingresos de ‘impuestos verdes’ es Eslovenia (10,5%), seguida de Bulgaria (10,1%), Croacia (9,6%), Países Bajos (9%) y Dinamarca (8,9%). En la cola se sitúan Bélgica y Francia (4,5%), Alemania (5,4%), Suecia (5,5%), Austria y Luxemburgo (5,6%) y Eslovaquia y España (5,7%). La media de la UE es del 6,3%.

En cuanto a la recaudación total, las mayores cantidades corresponden a Alemania (57.582 millones), Italia (54.893), Reino Unido (50.624), Francia (42.937), Países Bajos (21.558) y España (19.220). La clasificación la cierran Lituania (572), Letonia (558) y Chipre (467). La cantidad total en los 28 Estados miembros ascendió a 330.082 millones de euros.

En la última década, la recaudación de los impuestos ambientales aumentaron en todos los países, salvo Portugal (582 millones menos) y Alemania (231 millones menos), pero la proporción de estos tributos dentro de los ingresos por impuestos y contribuciones sociales bajó en la mayoría de los Estados, sobre todo en Chipre (-3,8%), Portugal (-3%) y Malta (-2,5%), en tanto que aumentó sobre todo en Estonia (1,9%), Eslovenia (1,8%), Bulgaria e Irlanda (0,6%), Italia (0,4%) y Letonia (0,3%).

En cuanto a las categorías de impuestos ambientales, los energéticos suponían el 77% del total, por un 20% de los del transporte y un 3% a la contaminación y otros recursos en 2013. En España, estos porcentajes eran del 84%, un 14% y un 3%, respectivamente.